Los chicos valen oro

Los chicos valen oro

El equipo de la Liga hizo historia al ganar la prestigiosa Gothia Cup, que reúne a equipos de todo el mundo.

FESTEJO TUCUMANO.La copa esta en manos del capitan Mauricio Díaz Pinto. A su alrededor, todo es alegría. FESTEJO TUCUMANO.La copa esta en manos del capitan Mauricio Díaz Pinto. A su alrededor, todo es alegría.
22 Julio 2006
GOTEMBURGO, Suecia (Especial).- El seleccionado de la Liga Tucumana de Fútbol hizo historia en Suecia. El equipo, integrado por jugadores menores de 13 años, conquistó la Gothia Cup, un prestigioso certamen que reúne a conjuntos de todo el mundo. Fue el cierre de una gira inolvidable.

Quieren llegar a Tucumán todos juntos el martes
Luego de los festejos, hoy emprenderá el regreso una parte de la delegación. Serán 12 los viajeros: Guillermo Aracena Armoa, Susana Aracena Armoa, Emiliano Siciliani, Exequiel Rodríguez, Marcelo Belmonte, Exequiel Belmonte, Flavio González, Lucas Chacana, Roberto Quipildor, Sebastián Luna, Gerónimo González y el dirigente Carlos Sadlon. El resto lo hará mañana.
Si bien dejarán Suecia por separado, están haciendo las gestiones para que en Buenos Aires se junten todos y lleguen el martes al mediodía a Tucumán. La idea que es que los chicos vivan una fiesta juntos y no por separados, a causa de problemas de vuelos que postergaron un día la llegada.
Cuando arriben, los chicos lucirán sus medallas en el pecho y cinco trofeos, un caballito de Borlange, y la bandera del fútbol tucumano en lo más alto.

Recorrieron las calles festejando el triunfo
Los tucumanos festejaron a lo grande. Tras la ceremonia de entrega de premios y la tradicional vuelta olímpica, los campeones recorrieron las calles de la ciudad y fueron saludos por la gente mientras mostraban orgullosos el trofeo ganado, que es una réplica de la Copa del Mundo de la FIFA. "Esto lo vivimos como si fuese la Copa del Mundo. Pusimos el corazón y demostramos que somos un verdadero equipo", destacó Ezequiel Rodríguez, uno de los campeones.
Gerónimo González y Juan Jaime no paraban de saltar y cantar, mientras que el goleador Lucas Chacana le dedicó el título a su hermana Florencia Belén, que cumplió años. La amargura vivida durante el partido por Enzo Magro al desviar el penal desapareció rápidamente. "Lloré durante todo el primer tiempo por esa jugada. Pero gracias a mis compañeros, esta medalla ahora luce en mi pecho", aseguró.
Feliz y emocionado estaba Carlos Sadlon, el directivo que encabezó la delegación. "Este momento no tiene precio. La alegría de los chicos nos pone contentos a todos. Siempre dije que este equipo estaba para ser campeón. Por suerte no me equivoqué. El esfuerzo fue grande, pero valió la pena. El mérito es exclusivo de los jugadores y de los entrenadores. "Nosotros acompañamos", señaló.
Por su parte, el preparador físico Federico Corvalán, destacó que el título es el fruto de un duro trabajo. "Ahora nos podemos quedar tranquilos. Los chicos son campeones y nosotros aportamos nuestro granito de arena", indicó.

Un equipo que creció en todo sentido
Por Daniel Petrella (técnico y organizador del viaje)
Hace 11 años que Argentina no ganaba esta Copa. El último equipo que lo consiguió fue Rosario Central, en 1995. Por eso, el éxito de estos chicos tiene una importancia muy grande. La Gothia Cup es uno de los torneos más importante a nivel internacional en las categorías juveniles. Una especie de Mundial de clubes con la participación de 1.500 equipos que representan a países de los cinco continentes. Todos quieren ganar el título o al menos estar en la final. Por eso me llena de orgullo esta consagración y me emocioné durante la entrega de premios. Este es un momento inolvidable. Tal vez irrepetible para muchos.
Viví intensamente el partido y sufrí mucho durante la definición por penales. Nunca me había pasado algo así. Pude notar el nervisiosismo de los chicos. El que iba a patear, lo hacía muy presionado. Por suerte pudieron ganar y disfrutar de un título que es motivo de orgullo para los tucumanos.
Estos chicos han crecido futbolísticamente. Hace un año estuvieron cerca. Hoy son justos campeones. Incluso debieron ganar el partido y no llegar a los penales. Pusieron garra, pero también desplegaron un juego vistoso. Lamentablemente chocaron con la seguridad del arquero italiano, que parecía imbatible.
En este momento de alegría no puedo olvidarme de los padres que hicieron un esfuerzo enorme para que los chicos puedan viajar. Ellos son parte de este éxito.