La muerte de Profumo revivió el escándalo sexual en Gran Bretaña

En 1963, el ministro de Defensa tuvo que renunciar luego de que se descubriera que mantenía una relación con una prostituta.

Christine Keeler, la mujer de la discordia. Christine Keeler, la mujer de la discordia.
11 Marzo 2006
Londrs, Gran Bretaña.- Más de 40 años después del escándalo político en torno al ministro de Defensa británico John Profumo, la historia sigue teniendo todos los ingredientes de un thriller de James Bond: Sexo, espionaje, aristocracia y un político al servicio de Su Majestad.

En 1963, Profumo tuvo que renunciar tras su relación con la prostituta Christine Keeler. El mayor escándalo sexual de posguerra en Gran Bretaña sacudió profundamente a la high society inglesa.

Profumo murió a los 91 años esta madrugada, sin haber dicho nunca nada en público sobre el romance. En el Londres de los años 60, el médico de famosos Stephen Ward introdujo a la bailarina de club nocturno Christine Keeler en el mundo de la política, la nobleza y sus fiestas.

Las fiestas con sus excesos y orgías en las propiedades campestres forman parte de las actividades de tiempo libre de una parte de la fina sociedad inglesa.

En 1961, Ward llevó a la joven Keeler a una fiesta, en la que el respetado miembro del gabinete Profumo la vio por primera vez, cuando salió desnuda de la pisicina. Keeler tenía apenas 19 años, y Profumo, 48, y estaba casado. Comenzó la relación.

Keeler, sin embargo, tenía otro amante más, el diplomático soviético Yevgueni Ivanov, que estaba bajo sospecha de espionaje. En plena Guerra Fría, el romance se fue desarrollando hasta convertirse en escándalo político y sexual. Las especulaciones y rumores comenzaron en 1962.

La historia ocupó espacio en la prensa de todo el mundo, sobre todo, en la más sensacionalista. En un principio, Profumo lo negó todo y mintió al Parlamento británico: "No hubo nada indecente en mi relación con Miss Christine Keeler", aseguró.

En 1963, la aventura amorosa se desatapó definitivamente. Profumo reconoció haber engañado al Parlamento para proteger a su esposa, la actriz Valerie Hobson, y a su familia, y tuvo que renunciar.

El "caso Profumo" debilitó al gobierno del primer ministro conservador Harold Macmillan y contribuyó a su caída. Keeler publicó en 2001 sus memorias bajo el título "La verdad, por fin".

En ellas afirmaba, entre otras cosas, haber estado embarazada de Profumo. Su amigo, el doctor Ward, que fue procesado por rufianismo y se suicidó antes de que se esclareciera el caso, al parecer era el jefe de una red de espionaje soviético.

Una foto de Keeler, que la muestra desnuda sentada al revés sobre una silla, los pechos cubiertos por el respaldo, es una de las fotos de prensa británicas más conocidas de los 60. El caso fue llevado al cine en 1989 en la película "Scandal" con John Hurt y Bridget Fonda. El escándalo arruinó la prometedora carrera política de Profumo.

Se había hablado incluso de él como futuro primer ministro. Tras su renuncia, vivió retirado y evitaba aparecer en público. Se dedicó a tareas benéficas. "Profumo pagó por sus errores", dijo su amigo Bill Deedes a la BBC.

Deedes destacó el compromiso social de Profumo. "Si eso no alcanza, entonces no existe perdón", comentó. De hecho, el primer minitro, Tony Blair, que se encuentra de visita en Praga, alabó hoy el compromiso social que durante años tuvo el ex ministro.

"Lo conocí cuando ya era mayor. Tenía una carrera prometedora, pero cometió serios errores. Lo lamentaba y por eso ayudó a muchas personas. Por eso, debe quedar en el recuerdo con respeto por aquello que hizo". (DPA)




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