31 Enero 2006 Seguir en 
COLAS. Frente a la ventanilla 8 se forman filas de hasta 25 personas. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIO
Hacer uso de su derecho a un pasaje gratis en colectivo para viajar a otra provincia no es fácil para los discapacitados. No videntes, enfermos crónicos y personas en sillas de ruedas, entre otros, se enfrentan a extensas colas en las boleterías. La única ventanilla de la terminal habilitada para extender pasajes gratuitos atiende de 15.30 a 18.30.
Según lo establece el decreto nacional No 38/2004, las empresas de colectivos de larga distancia deben liberar boletos gratuitos para enfermos y discapacitados (un 5% por servicio). "Este año se registró una demanda inusitada de boletos. A veces no se pueden dar viajes porque las empresas no tienen lugar", dijo Sergio Chávez, subdelegado de la Cámara Nacional de Registro de Transportes. "Los pasajes deben tramitarse con 48 horas de anticipación. Se le entrega uno al discapacitado y otro al acompañante, que debe presentar un certificado de discapacidad y fotocopia del DNI", dijo.
Sin embargo, León Gasparic, docente de la escuela para ciegos Luis Braille, señaló que en la ventanilla donde se expenden los pasajes le pidieron un largo listado de certificaciones. "Debería bastar con que tomen nota del certificado extendido por el Hospital Avellaneda o de la certificación nacional de discapacidad", refutó. "Estuve más de tres horas esperando, y no conseguí el pasaje", se quejó Gasparic.
Héctor Tiseira, que se desplaza en sillas de ruedas, confesó estar cansado de las largas esperas en la terminal. "Debería haber otra ventanilla y con un horario más extenso", añadió. Lo mismo le sucede a Juan Ramón Castillo, un no vidente de 56 años, que esperaba a un lado de la ventanilla 8. "No sé por qué demoran tanto; hace más de una hora que espero", comentó.
Desde la empresa Flecha Bus comentaron que hay una gran demanda de pasajes para discapacitados, y que las demoras se producen porque es necesario chequear los papeles.
Además agregaron que los pasajes no se sacan únicamente en las boleterías de la capital tucumana, sino que también piden de Metán, Salta, Jujuy o Santiago del Estero. "Muchas veces nos quedamos sin boletos, ya que los colectivos que vienen de ciudades vecinas tienen los lugares de discapacitados ocupados", señaló un empleado de Flecha Bus.
Según lo establece el decreto nacional No 38/2004, las empresas de colectivos de larga distancia deben liberar boletos gratuitos para enfermos y discapacitados (un 5% por servicio). "Este año se registró una demanda inusitada de boletos. A veces no se pueden dar viajes porque las empresas no tienen lugar", dijo Sergio Chávez, subdelegado de la Cámara Nacional de Registro de Transportes. "Los pasajes deben tramitarse con 48 horas de anticipación. Se le entrega uno al discapacitado y otro al acompañante, que debe presentar un certificado de discapacidad y fotocopia del DNI", dijo.
Sin embargo, León Gasparic, docente de la escuela para ciegos Luis Braille, señaló que en la ventanilla donde se expenden los pasajes le pidieron un largo listado de certificaciones. "Debería bastar con que tomen nota del certificado extendido por el Hospital Avellaneda o de la certificación nacional de discapacidad", refutó. "Estuve más de tres horas esperando, y no conseguí el pasaje", se quejó Gasparic.
Héctor Tiseira, que se desplaza en sillas de ruedas, confesó estar cansado de las largas esperas en la terminal. "Debería haber otra ventanilla y con un horario más extenso", añadió. Lo mismo le sucede a Juan Ramón Castillo, un no vidente de 56 años, que esperaba a un lado de la ventanilla 8. "No sé por qué demoran tanto; hace más de una hora que espero", comentó.
Desde la empresa Flecha Bus comentaron que hay una gran demanda de pasajes para discapacitados, y que las demoras se producen porque es necesario chequear los papeles.
Además agregaron que los pasajes no se sacan únicamente en las boleterías de la capital tucumana, sino que también piden de Metán, Salta, Jujuy o Santiago del Estero. "Muchas veces nos quedamos sin boletos, ya que los colectivos que vienen de ciudades vecinas tienen los lugares de discapacitados ocupados", señaló un empleado de Flecha Bus.
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