Nueva York.- “Cómo se mantiene en forma?; ¿levanta pesas?”, le preguntaron una vez a Dolly Parton. “Claro, cada vez que me levanto”, fue la respuesta. La cantante country más exitosa de la historia valora la participación de la cirugía plástica en su carrera.
“Cuesta mucho dinero tener un aspecto tan barato como el mío”, dijo en alguna ocasión. Su exhuberante busto, incluso, inspiró al creador de la primera oveja clonada en 1997 a bautizar “Dolly” al animal, porque había surgido a partir de una célula de una ubre.
Así, la cantante estadounidense, que hoy cumple 60 años, fue eternizada ya en vida. La imagen de rubia tonta es su clave, pero en realidad no es ni rubia ni tonta. Tuvo números uno en los rankins en tres décadas diferentes, compuso más de 3.000 canciones y ganó siete premios Grammy.
Es dueña de una emisora de radio, una productora de cine y un parque de diversiones llamado Dollywood. Su patrimonio se calcula en unos 120 millones de dólares. Todo se lo ganó trabajando duro, porque proviene de una familia humilde con 12 hijos.
También su aspecto exterior es producto de su propio esfuerzo. “No soy una belleza natural”, admite. “No tengo un buen cabello, y por eso llevo pelucas. Soy pequeña, por lo que llevo tacones”, aclaró cada vez que alguien se lo preguntó.
Se sometió a su primera operación estética a los 22 años. Su modelo para la transformación, que hasta le costó 600.000 dólares, fue una prostituta, a la que siempre admiró de niña. En los años 60 había que tener un aspecto exageradamente femenino para triunfar como mujer en el mundo de la música country.
Pero mientras tanto, Dolly Parton tiene incontables fans fuera de su público inicial. Es un icono del ambiente gay y estrellas del pop, como Björk y Norah Jones, la admiran al igual que grupos como White Stripes y The Sisters of Mercy.
Desde hace 40 años, Dolly Parton está casada con un ex empleado de la construcción, que conoció hace años en una lavandería y al que evita la exposición pública para que no hable de su intimidad. (DPA)