El Ejército israelí culminó hoy, con el desalojo de las colonias cisjordanas de Homesh y Sa Tour, el plan de desconexión de los palestinos diseñado por el primer ministro israelí, Ariel Sharon. Ambos enclaves han tenido que ser evacuados por la fuerza, portando en volandas a los colonos y militantes de ultraderecha que se habían hecho fuertes en las sinagogas y otros edificios. No obstante, los soldados no se han encontrado con la resistencia armada que se temía. Ayer, el Ejército hebreo puso fin a 38 años de colonización de la franja de Gaza con el desmantelamiento del asentamiento de Netzarim.
Esta misma tarde, el jefe de Estado Mayor del Ejército israelí, el general Dan Haloutz, dijo que la demolición de los 21 enclaves de Gaza se llevará a cabo durante los próximos 10 días. El siguiente paso será traspasar el territorio a manos de la Autoridad Palestina.
El plan, en el que Sharon invirtió todo su capital político, superando múltiples escollos tanto en su partido como en el Parlamento y en su propio Gobierno, preveía el desalojo de 21 asentamientos en Gaza, proceso que quedó finalizado ayer, y cuatro en Cisjordania.
Hoy terminó el plan, que se inició el pasado 15 de agosto, con la evacuación de las colonias de Homesh y Sa Tour, puesto que las de Ganim y Kadim fueron abandonadas voluntariamente por sus habitantes en los primeros días de operación. Precisamente en el enclave de Ganim, donde residían 49 familias, hoy han entrado las excavadoras israelíes para empezar a demoler las casas de los colonos. Fuentes militares han calculado que en torno a 8.500 personas han sido evacuadas de los 25 asentamientos. Otros 230.000 judíos continúan residiendo en 120 colonias diseminadas por Cisjordania, sin incluir Jerusalén Este. El Gobierno israelí no tiene previsto abandonar esos enclaves, pese a las demandas de los palestinos. (Especial).