12 Agosto 2005 Seguir en 
Un homenaje al destacado pintor tucumano Antonio Osorio Luque se realizará este mediodía en la Casa de la Cultura de la Municipalidad.
Su hija, Gladys Osorio Luque, le contó a LA GACETA que el último deseo de su padre fue que sus cenizas sean enterradas cerca del Cristo Redentor, en San Javier.
Osorio Luque falleció el 12 de mayo de 1979, aunque recién hace pocos meses sus restos fueron cremados. Su hija, ahora, trajo las cenizas para cumplir la voluntad de su padre, aunque el municipio "las recibirá en custodia hasta que se establezca el lugar donde descansarán definitivamente".
Osorio Luque fue un notable paisajista de la década del 50, y gran parte de su temática se concentró a pintar escenas de la vida de la zafra. Algunas de sus obras se encuentran en el Museo Provincial Timoteo Navarro y en la Casa de Gobierno, entre otras instituciones. "Siempre estuvimos decepcionados de Tucumán porque no se le rindió el homenaje que mi padre merecía", dijo su hija. "El amaba mucho esta provincia; y, a pesar de que se había radicado en Buenos Aires, siempre regresaba y recorría el campo donde escribía apuntes y efectuaba bosquejos de sus futuros cuadros", afirmó Gladys Osorio Luque.
Su hija, Gladys Osorio Luque, le contó a LA GACETA que el último deseo de su padre fue que sus cenizas sean enterradas cerca del Cristo Redentor, en San Javier.
Osorio Luque falleció el 12 de mayo de 1979, aunque recién hace pocos meses sus restos fueron cremados. Su hija, ahora, trajo las cenizas para cumplir la voluntad de su padre, aunque el municipio "las recibirá en custodia hasta que se establezca el lugar donde descansarán definitivamente".
Osorio Luque fue un notable paisajista de la década del 50, y gran parte de su temática se concentró a pintar escenas de la vida de la zafra. Algunas de sus obras se encuentran en el Museo Provincial Timoteo Navarro y en la Casa de Gobierno, entre otras instituciones. "Siempre estuvimos decepcionados de Tucumán porque no se le rindió el homenaje que mi padre merecía", dijo su hija. "El amaba mucho esta provincia; y, a pesar de que se había radicado en Buenos Aires, siempre regresaba y recorría el campo donde escribía apuntes y efectuaba bosquejos de sus futuros cuadros", afirmó Gladys Osorio Luque.
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