La construcción lidera la demanda de trabajo

La construcción lidera la demanda de trabajo

En marzo unos 6.600 tucumanos accedieron a un puesto de trabajo. Las pequeñas empresas aumentan su personal.

22 Mayo 2005
El mercado laboral de Tucumán se encuentra en un proceso de reconversión y hasta de expansión. Según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), elaborada en marzo pasado por la Dirección Provincial de Estadística, en el aglomerado Gran San Miguel de Tucumán se crearon unos 6.600 puestos de trabajo, volcándose la mayor parte de esa fuerza laboral al sector de la construcción.
En marzo, la generación de empleos registrados en el sector privado creció un 2,1%, según la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) que elaboró la Dirección Estadística de Tucumán sobre la base de consultas a 213 empresas. Ese relevamiento, el primero en su especie a nivel provincial y que será tenido en cuenta por el Ministerio de Trabajo de la Nación para la confección de la encuesta en el país, representa a 1.225 compañías (con 10 o más empleados) en un universo de 44.742 asalariados.
"El sector construcción es el que absorbe la mayor cantidad de mano de obra desocupada", confirmó a LA GACETA el director de Estadística, Juan Carlos Abril, quien precisó que el aumento del empleo en esa área fue del 3,5% al comparar el primer trimestre de este año con el cuarto de 2004. Sin embargo, el funcionario aclaró que en la medición aún no se prevé el impacto de la actividad agroindustrial que, según los cálculos oficiales, ocupa a unas 50.000 personas en plena producción.Por esa razón, hasta marzo pasado, a la construcción le seguía el rubro comercio, restaurantes y hoteles, en los que el empleo creció un 2%.

Predominan los varones
El mercado laboral tucumano, al igual que el promedio en el país, predominan los hombres contra las mujeres, concentrando el 66% de la fuerza laboral en casi todas las actividades.
Abril destacó que, pese a los altos índices de desocupación y subocupación en el aglomerado Gran Tucumán-Tafí Viejo, la falta de una formación adecuada condiciona a esa franja de la población no asalariada a conseguir un empleo. El titular de Estadística coincide con el pensamiento generalizado de empresarios y de especialistas en recursos humanos de que, en Tucumán, hacen falta trabajadores de calificación operativa, entre los que se incluyen a operarios industriales calificados, oficiales albañiles y administrativos contables. Esa franja representa el 59% de los puestos de trabajo existentes en el Gran Tucumán.
Al referirse a las tendencias del mercado, Abril señaló que la pequeñas empresas (de 10 a 50 empleados) son las que más aumentaron su dotación de personal, mientras que las grandes (más de 200) disminuyeron sus agentes, particularmente por la falta de actividad en los primeros tres meses del año.
En cuanto a las expectativas, la Encuesta de Indicadores Laborales señala que desde enero a marzo pasado, se observa una proporción más alta de empresas que elevarán su dotación entre abril y junio.

La reconversión de los planes sociales
Al evaluar la situación del mercado laboral tucumano, las empresas, las industrias y las consultoras de Recursos Humanos observan que la demanda insatisfecha de trabajo responde, fundamentalmente, por el sostenimiento de una política estatal de subsidios. En ese marco, muchos creen que a un desocupado le resulta más facil tomar los $ 150 mensuales del plan Jefes y Jefas de Hogar que intentar insertarse o reconvertirse en el mercado. El reclamo generalizado apunta a captar a esos potenciales asalariados mediante planes de capacitación.
Según un informe del Ministerio de Trabajo de la Nación, de los 2,1 millones de personas beneficiadas por el plan social desde 2002, en la actualidad sólo quedan 1,5 millón de planes. El informe del área laboral señala que, en la actual gestión de Gobierno, se privilegió la inserción laboral de esa franja de la sociedad, ya que se incorporaron unos 350.512 beneficiarios al trabajo registrado. La mitad de ellos se está capacitando mediante acuerdos con gremios y con las provincias. "Este proceso de inclusión de beneficiarios de planes sociales al empleo privado se viene dando a un promedio de 15.000 personas por mes", indica el diagnóstico nacional.
Según los registros del Ministerio de Trabajo, en Tucumán existen unas 70.000 personas que cobran el plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupñados.
"Los datos estadísticos y la percepción cotidiana del sector privado y del público coinciden en lo mismo: hay un aumento de la actividad económica en el país y en la provincia", puntualiza Julio Saguir, secretario de Planeamiento, para explicar el fenómeno del crecimiento de la demanda laboral en Tucumán. Sin embargo, Saguir reconoce "las dificultades del mercado de trabajo para suplir esta creciente demanda, por sobre todo en el nivel del trabajo operativo". En otras palabras, la escasez de trabajadores en esta franja de la actividad, posiblemente planteará una dificultad en el corto plazo y mediano plazo. Según el secretario de Planeamiento, el gobernador José Alperovich "ha percibido no sólo el aumento de la actividad sino también esta situación de escasa oferta laboral en ciertos sectores, por sobre el de la construcción y algunos áreas de servicios".
Saguir reconoció que el mandatario pidió a su gabinete "organizar un proyecto de capacitación intensa en estas áreas de la actividad, dirigido en principio a jóvenes desocupados e inactivos, de entre 18 a 25 años de edad, a realizarse inicialmente en el Gran San Miguel de Tucumán y con posibilidades de extenderse más tarde a otros sectores de la provincia". "En los avances iniciales se está hablando de procesos de capacitación de dos a tres meses, a través de instituciones educativas reconocidas, que posibilitarán al sector privado y al público encontrar una respuesta al problema", indicó.
De acuerdo con la evaluación preliminar del Gobierno, en Tucumán existe un universo de 15.000 jóvenes con potenciales posibilidades de aprender un oficio para responder a la demanda de obreros con calificación operativa. De ese total, alrededor de 6.000 personas podrían capacitarse en lo que resta del año, en un proceso gradual, con el dictado de 80 horas de clases, que se extendería hasta el año próximo.


La etapa de definiciones
Por Victor Jorge Elías - Director del Instituto de Economía Aplicada de la Fundación Banco Empresario
El ritmo de crecimiento en el empleo entre fines de 2004 y comienzo de esta año fue bastante alto, casi del 2% semestral que representan diez mil puestos más de trabajo. La mayoría de los sectores crecieron al 1,6%, destacándose construcciones y comercio y servicios con valores superiores al promedio. Este ritmo de crecimiento del empleo parece que se mantendrá en la segunda parte del primer semestre de este año. Esta reacción en el empleo parece ser muy positiva a juzgar por lo observado históricamente en las etapas de recuperación económica. Todavía falta lograr mayor estabilidad en los contratos pero lo observado ya es promisorio. Este aumento se dio en la faz operativa como en la técnica y profesional. Una mayor flexibilidad del mercado laboral va a ayudar sustancialmente a convalidar esta recuperación y fortalecerla. Parece ser que estamos en una etapa de definiciones sobre el marco salarial y se debe ser cuidadoso para no parar o revertir esta tendencia.Sería bueno generar para Tucumán el indicador de demanda laboral basado en los anuncios de vacantes en los medios de comunicación. Ello nos podría ayudar a interpretar mejor lo que está ocurriendo en el mercado laboral tucumano.

Más apoyo a las PyME
Por Daniel Bejas - Abogado Laboralista
El desempleo subsiste por la recesión continua de los últimos años o la destrucción de puestos de trabajo, que arrancó en la década del 90 con la privatización de las empresas públicas. También por la caída de exportaciones por el dólar alto, la paralización de la obra pública; la nueva tecnología con sustitución de mano de obra especializada y la política de subsidios para desempleados, que conspira contra la cultura del trabajo. Es erróneo afirmar que el empleo decrece por la severidad de la legislación laboral. Nuestro país registró los mayores índices de empleo, con la legislación más protectoria, la Ley de Contrato de Trabajo de 1974. Desde entonces, las modificaciones no se han correspondido con un incremento en los niveles de empleo, del PBI o de las exportaciones. La última legislación significativa fue la Ley 25.561, a raíz de la crisis que atravesó el país, que creó los despidos agravados (indemnizaciones duplicadas) a partir de enero de 2.001. Esa norma paralizó los despidos masivos que parecían inevitables.La recuperación de la actividad económica es el principal medio que marcará el incremento en los niveles de empleo. Sería aconsejable que el Estado no oriente sus recursos a las grandes empresas, que son expulsoras de mano de obra por la incorporación de nueva tecnología. Sería mas conveniente apoyar a las PyME con políticas de empleo activas ¿Acaso no es mejor subsidiarlas parcialmente pagando parte del salario de los nuevos trabajadores que incorporen, que entregar misérrimos "Planes Jefes/as de hogar"?
Frente a la situación de desempleo, aparece el justificado planteo de un incremento salarial por parte del sector asalariado, que ha venido soportando la pulverización de su escasa capacidad adquisitiva, producto de una velada inflación. Es de esperar que en los próximos debates entre los sectores sindicales y de empleadores, emerja una discusión seria y responsable del tema, evitando la ruptura del diálogo entre las partes que sólo conlleva al caos social.

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