Hace 27 años, el destacado traumatólogo tucumano Raúl E. Ferraco (ya fallecido) con ayuda sus colegas Ernesto Masino y Julio Marteau realizó en esta provincia el primer injerto óseo-cadavérico para reconstruir el fémur de una mujer, que había sido dañado por un tumor de grandes dimensiones. Así consta en el artículo "Tratamiento de algunos tumores óseos malignos", de la revista de la Facultad de Medicina de la UNT, volumen 12, Nº 4, de 1979.
Utilizaron entonces la misma técnica que aplicó esta semana el equipo de Héctor Piedrabuena, en la reconstrucción de la tibia del joven Felipe Suárez.
Masino y Olga Salim -la paciente beneficiada con aquella cirugía-, realizaron esta declaración a LA GACETA en homenaje a los pioneros de la técnica quirúrgica en Tucumán. "Es justo reconocer la tarea que dirigió Ferraco, y la excelencia académica del equipo. Evitaron que pierda una pierna y me salvaron la vida", expresó "Porota", como la llaman.
La mujer contó que, tras deambular por varios médicos, viajó al Hospital Italiano. En Buenos Aires la atendió Japaz, otro prestigioso traumatólogo (fallecido) quien le dijo: "volvé a Tucumán porque ahí los tenés a Ferraco-Masino, profesionales con sólida formación".
"Porota" fue operada con éxito por Ferraco y Masino en el sanatorio Galeno, cedido por su entonces dueño José Hatem "en beneficio de la ciencia". Dos biopsias (una por punción y otra quirúrgica) confirmaron los tres condromas (tumores) en el fémur, y luego se programó la cirugía. Le sacaron el tumor y le reconstruyeron las dos terceras partes del fémur.
"Nuestro trabajo fue artesanal; no existían bancos de huesos y yo mismo me encargué de la ablación del fémur de un donante cadavérico, y de la esterilización con los métodos de aquellos años", indicó Masino.
El equipo de Piedrabuena reconoció que ese fue el primer injerto artesanal en la provincia. "Nosotros hicimos con ayuda económica del Gobierno provincial la primera cirugía de este tipo desde la creación del Cucai y conforme a la ley Nº 24.193 sobre trasplante de órganos. Además, nuestro centro es el único autorizado por el Incucai", aclararon a nuestro diario.