"El Piojo" se disculpó de su ataque a Crespo y a Batistuta

"En caliente, se me fue la cabeza", se sinceró. El delantero se quejó porque es un blanco constante de las críticas de la prensa y responsabilizó de los goles perdidos a sus compañeros de la Selección.

11 Julio 2002
BUENOS AIRES.- Después de provocar un terremoto con sus declaraciones, Claudio López dijo que se equivocó al criticar a sus compañeros del seleccionado nacional, y se comprometió a pedirle disculpas a Gabriel Batistuta y a Hernán Crespo.
"En caliente, se me fue la cabeza, y contesté a unas declaraciones de Batistuta que me cayeron mal; pero no las había leído. Tampoco creí que estuvieran grabando la nota, porque incluso dije malas palabras y el hijo de uno de los periodistas que estaban ahí se cruzó delante de cámara. De todos modos, me hago responsable de lo que dije", señaló el "Piojo".
"Le pediré disculpas a Gabriel, si es necesario, cuando lo vea. Pero no voy a llamarlo ahora. Tampoco hay que hacer tanto lío por esto, no dije nada en contra de nadie. Ni en contra de Gabriel ni en contra de Crespo", agregó el delantero.
Frente a cámaras del Canal 12 de Córdoba, López se quejó por las críticas que recibió luego del Mundial. Deslizó que la responsabilidad por los goles errados era de Crespo y de Batistuta, y que "Bati" debió poner el pecho luego de la eliminación ante los medios por ser un "intocable" para la prensa durante los últimos años.
"Quiero aclarar que durante el Mundial no tuve peleas ni discusiones. Ni con Crespo, ni con Gabriel, ni con el resto del grupo", señaló en declaraciones radiales desde su casa de Río Tercero.
El "Piojo" se esforzó por atenuar el tono de aquellas sorpresivas declaraciones televisivas. "No les encontramos la vuelta a los partidos el Mundial, pero el equipo siempre buscó atacar, generar peligro y situaciones de gol en el arco contrario", puntualizó.
Según el cordobés, el equipo no estaba bien en la parte física. "Pero eso no fue por culpa del profesor Bonini -recalcó-. Hubo jugadores que vinieron de mucha competencia y con lesiones".
"Entre todos, los jugadores y el cuerpo técnico, asumimos la responsabilidad del resultado en el Mundial -resumió-. Si hablé de más el sábado pasado frente a periodistas de Córdoba, cuando se grabó la nota, fue porque en el plantel no siempre las críticas están bien repartidas".
"Las críticas son más duras para tres o cuatro, y ahí estoy yo, porque a mí me han dicho tantas cosas... -se quejó-. Hace ocho años que estoy en la Selección y recibí muchos palos, pero nunca hablé mal de nadie, y menos de un compañero. Además, jamás he salido a replicar nada".

Aloisio salió con los tapones de punta
Settimio Aloisio, apoderado de Gabriel Batistuta, salió al cruce de las ácidas críticas que Claudio López disparó contra el goleador. Le aconsejó "cerrar la boquita" y le recordó que él se perdió diez pelotas de gol contra Suecia en el Mundial.
"Todo lo que dijo López es lamentable. Opinó en contra de Gabriel, que no recibió ningún centro de él frente al arco, de esos para que la pueda meter", enfatizó quien, en temas polémicos, suele ser el vocero de "Bati".
Según Aloisio, el "Piojo" es un wing antiguo. "Metió diez pelotas en la red... pero del lado de afuera del arco. No digo que las debe meter todas, pero al menos cinco sí", ironizó.
Asimismo, Aloisio respondió con similar dureza a otros comentarios hirientes de López, cuando dio a entender que algunos jugadores sólo lloraron para las cámaras de TV. "Si Gabriel lloró después del partido con Suecia no fue para que lo vea la gente -apuntó-. Lloró porque lleva muy adentro a la Selección y quería darle a su pueblo la alegría que tanto esperaba".(DyN-Especial)

El periodista debe jugar limpio
La primera e insoslayable obligación de un periodista es exponer los hechos -de la temática que sea- tal como ocurrieron. Después vienen las interpretaciones, y eso ya depende de la línea editorial. Es por eso que un viejo precepto de la prensa británica sostiene que, mientras las opiniones son libres, los hechos son sagrados. Con esta regla, según la que los hechos no pueden inventarse ni manipularse, nació el concepto de fair play o juego limpio, hoy aplicable a casi todo.
Querer aproximarse lo más posible a la verdad de un hecho es una tarea demasiado seria como para empañarla con artilugios, micrófonos y cámaras ocultas, o violando un off the record (lo que alguien dice fuera del grabador; Claudio "Piojo" López afirma que fue víctima de esto). En el periodismo, como en cualquier otra actividad, el fin no justifica los medios. Es lícito y más que deseable que un cronista salga a la calle a buscar un notición. Pero no a cualquier precio, aunque al frente se encuentre el mismísimo demonio. Siempre dentro de los límites del far play, el periodista puede -y debe- ser un molestia para políticos, empresarios, jueces, futbolistas, directivos, etcétera, que no quieran que los trapitos se sequen al sol en sus respectivos negocios. Pero no puede ser un delator ni un espía.(Por Federico Abel)

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