
BAJAS. Gustavo Abregú y Ulises Vera no serán parte de San Martín para la próxima temporada.

El último día del año encontró a San Martín en pleno proceso de decisiones. Con contratos que vencen, salidas ya confirmadas y un cuerpo técnico que empezó a ordenar el plantel, el club atraviesa un cierre de calendario tan intenso como determinante. No se trata sólo del final de 2025: lo que se define en estas horas empieza a marcar el rumbo del proyecto deportivo de 2026. En ese contexto, Rafael Ponce de León, vicepresidente primero, hizo un balance del año y expuso las bases sobre las que el "Santo" busca reconstruirse.
En diálogo con LA GACETA, Ponce de León no esquivó uno de los temas más sensibles del último tiempo: la relación con la gente. “El hincha quedó muy dolido”, reconoció el dirigente, al explicar que nunca hubo una explicación clara después de lo ocurrido en Rosario. “Todo se trató muy por arriba y eso dejó una herida que todavía no cerró”, sostuvo. Según su mirada, ese quiebre se reflejó tanto en el acompañamiento como en el clima institucional, aunque también marcó un punto de partida. “Estamos convencidos de que es momento de hacer borrón y cuenta nueva y tirar todos para el mismo lado”.
DIÁLOGO. Ponce de León realizó un balance del año pasado y pidió sus deseos para 2026. Foto de Alejandro Cruz/PRENSA CASM.
Al analizar el año que se va, evitó reducir los errores a un solo factor, pero fue contundente al señalar una falencia estructural. “No sé si fue el error puntual, pero sí una gran falencia de la comisión directiva anterior”, afirmó en referencia a la falta de comunicación. Para el dirigente, ese déficit terminó impactando de lleno en el vestuario y en el desarrollo del torneo.
Desde lo futbolístico, el diagnóstico fue aún más directo. “Si no hay comunicación desde la dirigencia hacia los jugadores y del cuerpo técnico hacia la dirigencia, el torneo termina como terminó el último”, explicó. En ese sentido, describió un escenario que el club busca dejar atrás definitivamente: jugadores sin información, molestos, disgustados por el proceso y esperando que termine el torneo para irse. “Eso en San Martín no puede pasar nunca más”, subrayó.
Según explicó Ponce de León, al asumir la nueva CD se encontró con un panorama complejo. “Estamos pagando el plato roto de una mala administración y una mala gestión”, reconoció el "vice" de San Martín, que destacó que en el tema fútbol había compromisos pendientes, falta de respuestas internas y situaciones heredadas que obligaron a ordenar primero antes de proyectar. “Había jugadores y gente del cuerpo técnico que no tenía noticias ni trato. Eso había que corregirlo de inmediato”, explicó.
Los motivos de las salidas de Gustavo Abregú y Ulises Vera
En ese proceso se inscriben varias bajas de peso. Para Ponce de León, la salida de Gustavo Abregú rumbo a Instituto dejó una sensación amarga. “Fue el segundo jugador con el que me senté para hablar de renovación. Se mostró muy amable, pero cuando quise avanzar me dijo que tenía que hablar con su representante. Cuando hablé con él, me explicó todo el destrato previo", expresó el dirigente. "Al plantearle renovar, me dijo que tenía una oferta de Primera muy avanzada. Después me confirmó que era Instituto. Se va libre. La verdad, es una lástima que un chico al que el club le dio todo se vaya sin dejar nada", agregó.
También se refirió al caso de Ulises Vera, otro de los nombres propios del mercado. "Fue una situación muy molesta. Le ofrecí tres veces más de lo que ganaba y no aceptó. Sé que se fue a Quilmes por menos plata. El representante me pidió tres veces más de lo que ya le había ofrecido y terminó yéndose por menos", señaló, dejando en claro que hubo manejos que dificultaron la continuidad. “Son decisiones que el tiempo pondrá en su lugar”, agregó, sin cargar las tintas pero marcando una postura firme.
PROXIMIDAD. Ponce de León saluda a “Chuny” Moreno mientras Graña saluda a Jesús Soraire en el predio. Foto de Alejandro Cruz/PRENSA CASM.
Cómo se produjeron las continuidades de "Chuny" Moreno y Darío Sand
No todas fueron salidas para San Martín. El "vice" explicó que Nicolás “Chuny” Moreno mostró predisposición para seguir, mientras que Darío Sand continuará sin sobresaltos. “No fue difícil porque Darío tiene contrato por un año más. Le comunicamos que queríamos que siga y que sea parte del proyecto. Él se mostró conforme y nunca dejó de trabajar un segundo”, explicó el dirigente, al destacar la importancia de sostener algunas bases dentro del plantel.
El reordenamiento fue consensuado con el cuerpo técnico. Ponce de León remarcó el trabajo de Andrés Yllana, quien llegó con un diagnóstico preciso. “Desde el primer día tenía un análisis detallado, jugador por jugador: rendimiento, antigüedad, contexto. Él pidió comunicar personalmente a quienes no iba a tener en cuenta y lo hizo”, contó, al respaldar una metodología que sostiene decisiones difíciles pero necesarias.
El mensaje hacia 2026
De cara al armado del plantel, la hoja de ruta está clara: 24 jugadores de campo y tres arqueros. “Hoy quedaron diez, así que hay que incorporar bastante, pero no por incorporar”, aclaró. La búsqueda es minuciosa y apunta a cubrir posiciones específicas, evitando decisiones apuradas pese a la ansiedad externa y a un mercado que ofrece contratos elevados.
“Antes el ansioso era yo”, admitió Ponce de León, con una sonrisa que grafica el cambio de rol. “Hoy, desde este lado, entendés los tiempos, los procesos y los porqués”, agregó al hablar sobre el anuncio de los refuerzos.
Con el cierre del año como punto de inflexión, San Martín empieza a escribir las primeras líneas de un nuevo ciclo. Entre contratos que se terminan, ciclos que se cierran y un plantel que se reordena, el club avanza hacia 2026 con una idea fija. “Espero que sea un año muy gratificante. El único objetivo posible es ascender. Vamos a hacer todo para que eso suceda. Estamos muy ilusionados”.







