Síndrome de Kessler

Hay más de 12.000 satélites en órbita terrestre y más de 20.000 piezas de basura espacial registrada. La basura espacial son satélites en desuso, partes de satélites y herramientas que se escaparon a los astronautas en sus actividades fuera de las naves. Las órbitas se clasifican en: altas (más de 35.000 kilómetros), medias (entre 2.000 y 35.000 km) y bajas (entre 150 y 2.000 km). Las bajas son las más pobladas porque los costos para poner los satélites en esa órbita son menores. Más del 80% de los satélites se encuentran en ellas.

La basura espacial es un problema que todavía no tiene solución y representa un peligro para las naves y los astronautas. Algunos de los satélites en desuso que se encuentran en órbitas altas se los lleva a alturas mayores para evitar colisiones y los que se encuentran en órbitas medias o bajas se los hace bajar para que se quemen en la atmósfera o caigan en lugares en los que no produzcan daños. Esto no siempre es posible.

Donald Kessler, un consultor de la NASA, dice que la cantidad de basura espacial, especialmente en órbita baja, es más preocupante de lo que parece. Supone que una colisión entre dos objetos en el espacio podría desencadenar una cadena de colisiones, que podría afectar a una gran cantidad de satélites. Esto es lo que algunos llaman el Síndrome de Kessler.

¿Es posible que esto ocurra?

Se sabe que los objetos en el espacio se mueven a gran velocidad y cuando chocan cambian su trayectoria y pueden chocar con otro. Si se rompen es más grave porque los restos salen disparados en cualquier dirección. Esto es lo que Kessler llama colisiones en cadena y podrían afectar a satélites en uso, incluso satélites de comunicaciones. Hay que tener en cuenta que cada vez hay más basura espacial y este tipo de colisiones son más probables.

En los últimos años, con los avances de la tecnología, se pueden predecir las tormentas solares que llegaran a la Tierra y su intensidad. Muchas veces se anuncian que puede haber problemas terribles con los satélites y las comunicaciones, pero esto nunca ocurrió. Si hubo algunos problemas con las comunicaciones, con la provisión de energía eléctrica y con algunos satélites, pero fueron problemas menores.

Los satélites en uso tienen distintos tamaños. Los más grandes pueden pesar algunas toneladas y los más pequeños menos de un kilo. Las tormentas solares pueden afectar más a los satélites pequeños porque, en general, están menos protegidos contra la radiación.

Hay basura espacial que no se sabe que está y por lo tanto no está clasificada. Para lanzar un satélite hay que tener autorización pero es imposible controlar si hay lanzamientos no declarados.

El Síndrome de Kessler podría ocurrir y hay que prestarle atención. Esto no es algo que se va a desencadenar de golpe, quizás ya comenzó porque las colisiones ocurren permanentemente.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios