
Evasys, el asistente digital que guía al médico y revoluciona la atención del ACV

“Tiempo es cerebro”. La frase, repetida por los especialistas en neurología, resume una verdad clave: ante un accidente cerebrovascular (ACV), cada minuto cuenta. En un país donde cada 17 minutos una persona sufre un episodio de este tipo, la rapidez con que se actúa puede determinar el pronóstico. Así lo explicó el neurólogo Juan Pablo Díaz Rearte, referente del Sanatorio del Sur, durante su participación en el ciclo “Sentirnos bien” de Encuentros LA GACETA.
Juan Pablo Díaz Rearte, neurólogo referente del Sanatorio del Sur. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
El especialista subrayó que el ACV dejó de ser un evento sin solución. “Cuando uno piensa en el ACV imagina algo irreversible, pero hoy tiene tratamiento. El problema es que muchas personas no consultan a tiempo o no saben que se puede tratar”, señaló. Esa demora puede definir la diferencia entre una recuperación completa y una discapacidad permanente.
Evasys, un asistente digital que salva minutos (y neuronas)
En ese contexto, el Sanatorio del Sur dio un paso inédito en la provincia con la incorporación de Evasys (Evaluation System), un asistente digital diseñado para guiar al médico de guardia durante la atención de un paciente con sospecha de ACV. El sistema se ejecuta en una tablet disponible las 24 horas y acompaña al equipo en cada etapa del protocolo.
“El asistente no reemplaza al médico, pero lo acompaña. Le indica los pasos, valida procedimientos, muestra imágenes y asegura que nada se omita. Es como el desfibrilador automático, pero para el cerebro”, explicó Díaz Rearte. La herramienta también establece una telellamada inmediata con un neurólogo especialista, lo que permite una conexión directa y sin demoras, incluso mientras el paciente es trasladado al tomógrafo.
El tiempo “puerta-aguja”, que mide los minutos desde el ingreso del paciente hasta la aplicación del tratamiento, es el indicador clave de eficacia. “Dentro de las primeras tres horas se puede realizar una trombólisis, un procedimiento que disuelve el coágulo y puede revertir los síntomas. Cuanto antes se actúa, más neuronas se salvan”, destacó el médico.
Detección temprana y conciencia social
Díaz Rearte recordó que la detección temprana sigue siendo el principal desafío. “La mayoría de las personas no consulta porque desconoce los síntomas”, advirtió. Por eso, propuso una guía práctica basada en la escala de Cincinnati, que se resume en tres pasos simples: sonrisa, brazos y lenguaje.
“Si al pedirle a alguien que sonría hay asimetría, si un brazo cae al extenderlos o si no puede hablar con claridad, aunque sea uno de los tres signos, hay que consultar de inmediato”, explicó el neurólogo, que remarcó que exagerar nunca es un error. “Preferible que sea una falsa alarma a que se pierdan minutos vitales. Las neuronas no se regeneran; las que se pierden, no vuelven”.
Una mirada hacia el futuro
El Sanatorio del Sur se suma así a los pocos centros del país que cuentan con un Servicio de ACV en Ventana Terapéutica por Guardia, una disponibilidad que hasta ahora existía solo en el Hospital Padilla, referente nacional en la materia. Además de optimizar los tiempos críticos, la institución promueve un modelo de atención humanizada, con espacios pensados para acompañar emocionalmente al paciente y su familia.
“El valor del tratamiento está en el pronóstico: no solo se trata de salvar la vida, sino de recuperar la calidad de vida”, concluyó Díaz Rearte, convencido de que la tecnología, la prevención y la conciencia social deben ir de la mano en la lucha contra una de las principales causas de discapacidad en el mundo.







