Bándalos Chinos regresa con una impronta “muy intensa”

La banda afrontó un proceso de reinvención para una nueva etapa.

Bándalos Chinos regresa con una impronta “muy intensa”
Hace 6 Hs

A 15 años de su formación, Bándalos Chinos atraviesa un momento de revisión, madurez y renovación. La banda, una de las más influyentes del indie argentino, conversó con LA GACETA antes de su presentación en el Tucumán Urban Indie, donde repasó su recorrido, su nueva etapa creativa y el vínculo especial que mantiene con el público tucumano.

El aniversario no pasó desapercibido. “El número nos invitó a mirar para atrás, a ver cómo empezó esto, en qué se transformó y dónde estamos parados”, explicaron. Después de 2024 dedicado a esa revisión interna, el grupo sintió la necesidad de ajustar el rumbo. Ya no buscaban repetir fórmulas ni responder a la presión de sostener un proyecto cada vez más profesionalizado: querían volver a jugar.

Durante años, Bándalos Chinos trabajó con el productor Adán Jodorowsky y grabó sus discos en un estudio en el desierto de Texas. El proceso fue intenso: 20 días de encierro total para terminar un álbum que financiaban con sus propios ahorros. Una experiencia transformadora pero exigente, que moldeó una etapa clave del grupo.

Sin embargo, el camino señalado por esa metodología también los fue alejando de la libertad inicial. “La premisa para este último álbum fue rescatar la esencia de la banda, que es un grupo de amigos y dos pares de hermanos que empezamos a hacer esto como un juego”, dijeron. Esa decisión los llevó a cambiar radicalmente la forma de producir.

La grabación de su nuevo disco se extendió por seis meses en su propio estudio en Buenos Aires, sin el vértigo del reloj texano. El trabajo estuvo a cargo de Fermín Ugarte, un productor argentino joven, conocido por su trabajo con Dillom y Ángela Torres. “Llegó con una mirada renovadora y eso nos permitió experimentar de una manera distinta”, señalaron.

Una nueva forma de componer

Ese cambio de entorno se reflejó en las canciones. Si antes la banda salía de gira, volvía a ensayar y encontraba su sonido “zapando”, ahora se animó a abrir otra puerta. “En este disco nos permitimos buscar desde la textura, desde el estudio, desde la compu. No tanto desde tocar entre nosotros, sino en un proceso más de laboratorio”, contaron.

El resultado fue una expansión de su identidad musical. Más riesgo, más experimentación y un borde nuevo dentro de lo que ya definía a Bándalos Chinos. El crecimiento también se vio afuera: su público se amplió hacia arriba y hacia abajo. “Hay gente que nos sigue desde hace muchos años y también muchos que nos conocen recién ahora. Vemos una situación familiera: padres, hijos, jóvenes… y es muy lindo”, destacaron.

La banda guarda anécdotas memorables de sus visitas al NOA. Una, en particular, todavía los hace reír. “Creo que fue en una de las primeras veces que fuimos. Había un espectador muy animado, tal vez demasiado, que gritó toda la noche ‘¡toca La isla, bro!’. Toda la noche. Y al día de hoy lo repetimos entre nosotros”, contaron entre risas. La historia, que recuerdan entre 2016 y 2017, quedó grabada como un símbolo del entusiasmo tucumano: un público eufórico, entregado y poco tímido a la hora de pedir lo que quiere. Esa energía es la que esperan reencontrar en el Urban Indie. “Tucumán siempre nos respondió muy bien. Tenemos lindos recuerdos de mucha diversión y un público muy entregado a la experiencia”, dijeron. Cuando se les pidió definir su energía en vivo en una sola palabra, dudaron. “Es difícil… pero diríamos intenso. Muy intenso”. La respuesta encaja con lo que despliegan en cada presentación: un show frontal, sentido y emocionalmente contundente.

Lo que viene

Después de un segundo semestre lleno de giras, 2026 los encontrará nuevamente en ruta. “Nos faltaron algunas ciudades y países por visitar”, comentaron. Pero, en paralelo, el grupo ya reserva horas de estudio: la música nueva está en camino. Aún no saben si la mostrarán en la primera o en la segunda mitad del próximo año, pero la certeza está. “Cositas nuevas se vendrán, seguro”, anticipan.

Con esa mezcla de madurez y espíritu lúdico renovado, Bándalos Chinos aterriza en Tucumán. Listos para un reencuentro intenso, como definen su propio vivo, y con la promesa de abrir una etapa que vuelve a poner en el centro lo que los hizo banda: la amistad, el juego y el deseo de seguir creando.

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