NAZARENO TOBÍAS ISERN. Un joven de 21 años que fue asesinado el lunes por la tarde en Esteban Echeverría durante un intento de robo.
La inseguridad volvió a golpear con brutalidad en el conurbano bonaerense. Esta vez, la víctima fue Nazareno Tobías Isern, un joven de 21 años que fue asesinado el lunes por la tarde en Esteban Echeverría durante un intento de robo. Dos delincuentes lo interceptaron cuando regresaba en bicicleta, junto a su amiga Kiara, por la colectora de la autopista Teniente General Pablo Riccheri. Le dispararon en la cabeza mientras forcejeaban para quitarle el rodado. Los agresores escaparon y aún no fueron detenidos.
“Voy a sacar las fuerzas de donde pueda para que se haga Justicia”, dijo este miércoles Kiara, la única testigo directa del crimen, que revivió en público los segundos de terror que terminaron con la vida de su mejor amigo.
Según fuentes policiales consultadas por Infobae, el ataque ocurrió cerca de las 19.30. Nazareno y Kiara regresaban desde los bosques de Ezeiza cuando fueron abordados por dos ladrones en la avenida Ingeniero Nestri. Con casi dos metros de altura y un porte imponente, el joven intentó resistirse al robo y forcejeó con los atacantes. En medio de la pelea, ya tirado en el asfalto, uno de los delincuentes sacó un arma y le disparó en al menos dos oportunidades.
“No quería soltar la bicicleta, lo tiraron y le dieron un tiro en la cabeza”
Con profunda angustia, Kiara relató que todo ocurrió en apenas “30 segundos o un minuto”. “Ellos no dijeron nada, Nazareno no dijo nada… Naza no quiere soltar la bicicleta, lo tiran al piso y le pegan un tiro en la cabeza”, contó al canal TN.
Tras el ataque, los asaltantes huyeron corriendo entre los pastizales. Mientras tanto, ella se arrodilló junto a su amigo e intentó reanimarlo con maniobras de RCP. Nazareno ya no tenía pulso y estaba tendido en un charco de sangre. Entre el shock y la desesperación, Kiara llamó al 911 y luego avisó a Edith, la madre del joven.
La testigo corrió hacia la autopista Riccheri para pedir ayuda y una pareja que pasaba en auto se detuvo. “Por suerte frenaron. Empezaron a llamar al SAME, a todos… Esa chica me contuvo. Si no fuera por ella, no sé cómo hubiera reaccionado”, agradeció.
Un joven querido en su barrio
Con la voz quebrada, Kiara lo recordó como “la persona más buena que podías conocer”. “Acá, en el barrio, todo el mundo lo quería. Te encariñabas rápido con él. Siempre estaba para lo que necesitabas. La persona más segundera era él”, dijo.
“Le sacaron la vida así como si nada, estamos todos muy doloridos, la familia y los amigos”, agregó, y aseguró que seguirá colaborando con la Justicia: “Voy a declarar todas las veces que sea necesario. Voy a poder dormir recién cuando haya Justicia por mi amigo”.
El dolor de los padres: “De un paseo normal me lo mataron”
Edith y Daniel, los padres de Nazareno, también exigieron respuestas. “De un paseo normal me lo mataron para robarle una bicicleta que era armada, ni siquiera era de marca. Y al final no se la robaron tampoco”, lamentó la madre.
Edith contó que, tras el llamado desesperado de Kiara, subió al auto y salió directamente hacia el lugar del ataque. La escena que encontró la persigue desde entonces: su hijo muerto, apoyado sobre la bicicleta, con su celular aún en el bolsillo. Los delincuentes no se llevaron nada.
“Mi hijo era grandote y capaz no podían con él. Medía dos metros y lo mataron de un tiro. Si lo querían bajar, le podían dar un tiro en la pierna. ¿Por qué en la cabeza? Por eso quiero que paguen”, reclamó la mujer con una mezcla de dolor e indignación.
La investigación
El caso quedó en manos del fiscal Fernando Semisa, titular de la UFI Nº 4 Descentralizada de Esteban Echeverría, dependiente del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Hasta el momento, los sospechosos permanecen prófugos y se trabaja en la recolección de testimonios, cámaras de seguridad y rastros que permitan identificarlos.







