¿Qué factores explican la caída del riesgo país y qué impacto puede tener en la economía?

“El mercado volvió a confiar, pero el Gobierno aún no tiene un plan claro para acumular reservas”, analizó en LA GACETA Gabriel Fridrij.

11 Noviembre 2025

El riesgo país volvió a niveles de 2016 y los mercados parecen haber recuperado cierta confianza en la economía argentina. Sin embargo, los fundamentos detrás de esa mejora todavía despiertan dudas. El economista Gabriel Fridrij analizó en LA GACETA los factores que explican esta caída y advirtió sobre los desafíos que el Gobierno enfrenta para sostenerla en el tiempo.

“Evidentemente, después de las elecciones, el mercado volvió a tener confianza sobre lo que debería ocurrir con la Argentina a nivel macroeconómico y de reformas”, explicó. “No necesariamente por lo que está ocurriendo hoy, sino por la expectativa de que el país continúe un sendero de ordenamiento económico”.

Según el especialista, esta mejora en la percepción del riesgo se traduce directamente en la tasa que el país paga por su deuda externa. “El riesgo país refleja la sobretasa que los bonos argentinos deben pagar en comparación con un bono del Tesoro de Estados Unidos, considerado libre de riesgo. Si el mercado cree que el país va a honrar sus compromisos, la prima baja”, indicó.

El factor confianza y los rumores del mercado

Uno de los elementos que incidió en las últimas jornadas fue una versión que circuló en el mercado financiero sobre una posible recompra de deuda argentina por parte de un fondo internacional. Aunque no hay confirmación oficial, Fridrij explicó por qué ese tipo de rumores tranquilizan a los inversores.

RIESGO PAÍS. RIESGO PAÍS.

“Cuando se habla de recomprar deuda, se transmite la idea de que el país podrá cumplir con sus obligaciones. Es una forma de blindar los bonos emitidos y dar seguridad al mercado. Además, esa maniobra permite reestructurar los vencimientos de una manera más amigable y sostenible para el Estado”, señaló.

El economista destacó también el papel de Estados Unidos en este escenario. “Hay un respaldo muy importante de Washington hacia la Argentina, que le da cierta holgura para moverse financieramente. Ese apoyo, junto con el del FMI, fue clave para sostener la estabilidad reciente”, remarcó.

El talón de Aquiles: las reservas

A pesar del optimismo de corto plazo, Fridrij advirtió sobre un problema estructural: la falta de un programa sólido para acumular reservas.

“El punto más débil sigue siendo la acumulación de reservas. No está claro cómo se va a hacer. El Gobierno tiene un esquema de bandas cambiarias que, en la práctica, lo limita. Si compra dólares para fortalecer las reservas, presiona sobre la inflación; y si no compra, se queda sin margen de maniobra”.

El economista consideró que el Ejecutivo atraviesa una especie de “segunda oportunidad” tras los resultados electorales. “Este período es una nueva chance para hacer lo que no se hizo. Si el Gobierno quiere cumplir con el contrato social que prometió, tiene que avanzar en las reformas estructurales y, al mismo tiempo, manejar con prudencia la coyuntura”, apuntó.

Expectativas y desafíos

Fridrij insistió en que la economía argentina se mueve en gran medida por expectativas, pero que la confianza no se sostiene sola.

“La economía es una cuestión de percepciones. Primero se construye la confianza y después los hechos deben convalidarla. Hoy no veo un plan concreto para acumular reservas, y ese es el gran desafío de los próximos meses”, advirtió.

Finalmente, el economista sostuvo que el Gobierno deberá aprovechar el 2026 -un año sin elecciones- para concretar las reformas que el mercado espera. “Los años pares son los que sirven para gestionar. Si el Gobierno realmente quiere tener éxito, tiene que aprovechar este tiempo para ordenar la macro, acumular reservas y dar señales claras de sostenibilidad”, concluyó.

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