La Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos informó que publicará una lista de aeropuertos donde reducirá vuelos durante el cierre del Gobierno de Donald Trump. El administrador de la agencia, Bryan Bedford, confirmó que la FAA anunciará los 40 “mercados de alto volumen” donde reducirá los vuelos en un 10%, antes de que los recortes entren en vigor el viernes.
Según explicó, la medida busca mantener la seguridad del espacio aéreo durante la crisis institucional.
Los expertos advierten que las consecuencias podrían ser significativas. Se estima que podrían cancelarse cientos, o incluso miles, de vuelos. De acuerdo con la firma de análisis de aviación Cirium, los recortes podrían representar hasta 1.800 vuelos y más de 268.000 asientos combinados.
“No tengo conocimiento, en mis 35 años de historia en el mercado de la aviación, de que hayamos tenido una situación en la que estemos tomando este tipo de medidas”, señaló Bedford el miércoles. “Estamos en un territorio nuevo en términos de cierres del gobierno”.
Controladores aéreos sin salario desde octubre
Desde que comenzó el cierre el 1 de octubre, los controladores de tráfico aéreo han estado trabajando sin remuneración. La mayoría realiza horas extras obligatorias seis días a la semana, lo que les deja poco margen para obtener ingresos adicionales o cubrir gastos básicos.
Las presiones por la falta de personal obligaron a la agencia a actuar. “No podemos ignorarlo”, advirtió Bedford en conferencia de prensa, y aclaró que incluso si el cierre finalizara antes del viernes, la FAA no reanudaría automáticamente las operaciones normales hasta que el personal se recupere y estabilice.
Tanto Bedford como el secretario de Transporte, Sean Duffy, evitaron precisar qué ciudades y aeropuertos sufrirán las reducciones. Aseguraron que primero se reunirán con los ejecutivos de las aerolíneas para definir cómo implementar los recortes de manera segura.
Advertencias por posibles “caos en los cielos”
Duffy alertó el martes que podría haber caos en los cielos si el cierre se prolonga lo suficiente como para que los controladores pierdan su segundo recibo de sueldo completo la próxima semana.
Según el funcionario, algunos controladores pueden soportar perder un salario, pero no dos o más, y muchos ya enfrentan dificultades para pagar el transporte al trabajo. La escasez de personal afecta tanto a los centros de control regionales como a las torres de control de aeropuertos individuales, aunque los efectos no siempre implican interrupciones inmediatas.
A lo largo de octubre, los retrasos por falta de personal fueron en su mayoría aislados y temporales, pero el último fin de semana marcó un punto crítico. Desde el viernes hasta el domingo, al menos 39 instalaciones de control de tráfico aéreo reportaron posibles límites de personal, según un análisis de Associated Press.
Ese número -muy por encima del promedio habitual- representa un aumento notable: entre el 1 de enero y el 30 de septiembre, las instalaciones con problemas de personal promediaban 8,3 por fin de semana, mientras que desde el inicio del cierre la cifra se triplicó a 26,2 instalaciones.
La industria reclama el fin del cierre
El prolongado cierre del gobierno, que ya se ha convertido en el más largo registrado, genera preocupación en toda la industria. Las principales aerolíneas, los sindicatos de aviación y la Asociación de Viajes de Estados Unidos instaron al Congreso a resolver la crisis.
“El cierre está ejerciendo una tensión innecesaria sobre el sistema y forzando decisiones operativas difíciles que interrumpen los viajes y dañan la confianza en la experiencia de viaje aéreo de EEUU”, expresó en un comunicado Geoff Freeman, presidente y director ejecutivo de la US Travel Association.







