El tapir “Wayki” y los autos del voto: las postales más curiosas de las elecciones 2025 en Tucumán

Los protagonistas de la mañana electoral fueron los acarreadores de votantes. La jornada fresca y nublada acompañó el inicio de las elecciones legislativas 2025 en San Miguel de Tucumán. En las escuelas de Villa 9 de Julio, Barrio Norte y el centro de la ciudad, la calma fue el rasgo común de las primeras horas, solo interrumpida por el ir y venir de autos, camionetas y motos que se detenían brevemente frente a los establecimientos. Los vehículos llevaban carteles de todos los colores: violetas con letras y números, amarillos con la inscripción “CC”, celestes con “AA” y algunos bicolores con nombres propios como “Fredy”. En varios parabrisas destacaban stickers con escarapelas o el curioso logo del tapir “Wayki”, mascota del Ente Tucumán Turismo. Eran los autos de los acarreadores, que en cada elección llaman la atención.

Las primeras horas en Villa 9 de Julio

Los tucumanos fueron convocados a las urnas para renovar sus representantes en la Cámara de Diputados de la Nación. En la capital provincial, el cielo gris creó un marco sereno para cumplir con el deber cívico. Desde temprano, las autoridades de mesa y los fiscales se ubicaron en sus puestos para comenzar la jornada, que se desarrolló sin incidentes ni demoras.

El recorrido comenzó pasadas las 8.30 por la escuela Elmina Paz de Gallo, ubicada en Álvarez Condarco 50, en Villa 9 de Julio. A esa hora, el patio del establecimiento estaba semivacío y no había filas. Eva Medina, una de las primeras votantes en llegar, resumió su experiencia: “Fue rápido, rápido, rápido. No hay aglomeración y se vota en segundos. Me informé por televisión y fue fácil”. La mujer explicó que esta vez le tocó votar en un lugar distinto al habitual. “El cambio es algo que no entiendo, antes votaba a la vuelta de mi casa y ahora tuve que venir más lejos”, agregó con sorpresa.

En las inmediaciones de la escuela se repetía la postal de vehículos estacionados con distintivos de diferentes colores. Algunos choferes conversaban entre sí o esperaban sentados al volante. “Es más de lo mismo. No sé si estará bien, pero lo hacen, llevan gente a votar y les pagan por el voto también”, comentó Adela, de 38 años, observando el movimiento sobre la vereda.

Carteles, siglas y el tapir “Wayki”

En la escuela N° 49 Juan Bautista Alberdi, sobre la avenida Martín Berho, Amelia Escaño salió sonriente de su mesa. “Era hora de mejorar. Este nuevo método con boleta única es más ágil”, afirmó. En la esquina, un Fiat Palio gris con dos carteles, uno amarillo que decía “CC N°0424” y otro con las siglas “EIC”, partió con tres votantes.

Minutos después, en la misma institución, Mercedes Frías, de 59 años, confesó que le costó encontrar su mesa. “Hice mal la fila porque cambiaron la distribución de los apellidos y no podía leer bien. Mi hijo me enseñó cómo se votaba y marqué siguiendo los colores”, relató. Luego opinó sobre la Boleta Única de Papel (BUP): “Estoy acostumbrada a votar como antes, no sé si me gusta la boleta única”.

A las 10, en la escuela Lucas Alejandro Córdoba, en Rivadavia 2.590, Rubén Toledo, de 89 años, se presentó acompañado por su hijo. “El nuevo sistema es un poquito mejor, pero más de lo mismo. Siempre depende de las capacidades intelectuales de cada uno, pero para mí fue sencillo”, dijo, apoyado en su bastón.

Sobre la calle Ciudad de Madrid de la misma escuela, el tránsito de acarreadores se volvió más intenso. Un Chevrolet Classic verde con calcomanías que decían “Fredy” aguardaba a tres votantes, que subieron y se alejaron. Un Citroën negro, conducido por una mujer, lucía una escarapela en el parabrisas. Detrás, un Ford blanco llevaba un cartel celeste con las letras “AA”.

En la escuela secundaria Ricardo Gutiérrez, sobre Perú al 500, el tránsito fue muy complicado, La calle se angostó por la cantidad de acarreadores en ambas direcciones. Un Volkswagen gris esperaba en silencio en la vereda con una cartulina violeta sobre el tablero que tenía  la letra “A”.

En la esquina, un Jeep Renegade mostraba el cartel amarillo con la inscripción “CC” y un número ilegible. A metros, dos Renault, uno blanco y otro negro, exhibían la imagen tamaño oficio del tapir “Wayki, mascota del Ente. Las motos también se sumaban a la escena, algunas con papeles impresos que decían “KS CAPITAL”.

El panorama en Barrio Norte y Centro

Cerca de las 11, el tour siguió por el centro. En la escuela de Comercio N° 1 (Sarmiento 387), solo había votado el 20% del padrón de 4.000 electores. Desde la institución informaron que todo transcurría con normalidad pero con poco caudal de votantes. “No hubo inconvenientes, ni demoras”, aseguraron las autoridades de mesa. En tanto, en los colegios Sagrado Corazón, Santa Catalina, la Universidad Tecnológica Nacional y la escuela José Mármol, el flujo de votantes comenzó a incrementarse después de las 11.

Una fiscal con mamadera

En la Escuela Normal, la jornada continuaba con tranquilidad. Ayelén Isasmendi, fiscal del partido La Libertad Avanza, asistía con su bebé de un mes, Genaro. “Me vine preparada, con pañales, leche y abrigo. Por suerte, todo está tranquilo y mi hijo también”, comentó mientras lo sostenía en brazos. La joven explicó que planeaba votar más tarde, en la escuela Sarmiento. “Hasta ahora solo votaron 78 personas en la mesa”, detalló, reflejando el ritmo pausado de la mañana en el establecimiento.

En la vereda del colegio Sagrado Corazón, el movimiento de vehículos con distintivos continuaba. Un Renault Clio rojo con un papel blando de letras violetas en el parabrisas llevaba la inscripción “Multiplicar Lealtad”, mientras que detrás, un Fiat Punto con la leyenda “AA” esperaba votantes. Nélida Baraza salió sonriente y opinó sobre el nuevo sistema: “No sé mucho de estas cosas, pero me da la impresión de que es más seguro. Antes cualquiera podía meter mano en los votos”. En la misma institución, la fiscal general Claudia Vallejo destacó: “Todo marcha rápido y prolijo. Nadie se quejó de la boleta única, hasta ahora”.

Paseo canino y voto

El clima ciudadano acompañó la jornada con serenidad. Las nubes se despejaron y en varias escuelas del centro, los vecinos aprovecharon para combinar el paseo matutino con el deber cívico. Algunos llegaron con sus mascotas, deteniéndose unos minutos frente a las cabinas antes de seguir camino con sus perros.