En Leocadio Paz, un pequeño paraje a 10 kilómetros de Trancas, el aire de primavera huele a fútbol y a historia nueva. Entre las calles de tierra y los sembradíos, los vecinos hablan de un mismo tema. El club de toda la vida, ese al que vieron nacer hace más de medio siglo está jugando por primera vez el Regional Federal Amateur.
Este 23 de octubre quedará grabado en la memoria colectiva. Sacachispas recibirá a San Pablo, que debutó con un triunfo 1 a 0 sobre San Antonio. El partido, correspondiente a la segunda fecha del Grupo 10 de la Región Norte, se disputará desde las 17, en la cancha de Mariano Moreno, con arbitraje de Lautaro Cazorla.
El recorrido hasta este momento fue largo. Hace poco tiempo Sacachispas participaba en la Primera B de la Liga Tucumana junto a otros clubes que volvían a competir oficialmente después de años de ausencia. Pero el impulso de su gente, la persistencia y el amor por los colores lo trajeron hasta aquí.
A los 33 años, Miguel Alejandro Sequeira es la voz de mando del equipo. Hizo las inferiores en Atlético y debutó en el Nacional B en 2012, de la mano de Ricardo Rodríguez. Desde entonces, su carrera fue una travesía por el interior: San Jorge, Deportivo Madryn, Almirante Brown, Talleres de Perico, Deportivo La Merced, Jorge Newbery, Juventud Unida, Hispano Argentino y Tucumán Central, en donde logró un ascenso antes de llegar al Saca.
Hoy, con la cinta en el brazo y la serenidad de quien ya conoce los caminos del fútbol, es el alma del grupo. “Esto es histórico para el club. Este torneo le da la posibilidad a muchos chicos de la zona, que por primera vez vivirán una experiencia así”, dice con orgullo. “Tenemos grandes expectativas. Sabemos que enfrentaremos a equipos con historia, como San Pablo y San Antonio, pero queremos mostrarnos; dejar en alto a Trancas y hacer un buen papel. No será sencillo, pero nos sobran ganas”, agrega.
Llegó al club este año y enseguida se sintió parte. “Armamos un grupo con los mejores jugadores de la zona. Contra San Pablo será un partido duro, nadie va a regalar nada. Nosotros intentaremos jugar, ser un equipo dinámico y protagonista”, anticipa.
Guillermo Toloza, ex jugador de Sacachispas, hoy está al frente del equipo. Conoce la historia, el terreno y la idiosincrasia del club. “Lo más importante es que los chicos entiendan el compromiso que implica esta competencia”, explica. “Vamos a enfrentarnos con rivales que dominan la categoría, mientras nosotros la jugamos por primera vez. Apostamos por jugadores de la zona, con técnica y buena lectura del juego. Queremos tener identidad; salir jugando, cuidar la pelota y jugar bien al fútbol”.
Luis Francisco Guanca, de 55 años, preside Sacachispas desde hace cinco temporadas. Su vínculo con el club es una herencia. Su padre, Francisco, también fue presidente en los años 90. La institución nació el 25 de noviembre de 1969 en Leocadio Paz, y su historia tiene el mismo ADN que el pueblo: humildad, esfuerzo y pertenencia.
“El nombre de Sacachispas nació por los botines”, recuerda Guanca entre risas. “Un día se juntaron para ponerle nombre al club y uno de los muchachos llegó con ese calzado. Así quedó. Los colores los copiamos de Hispano Argentino de Rosario de la Frontera, en donde jugaba un amigo. Desde entonces, seguimos adelante con pasión y trabajo”.
El club creció entre familias rurales, vecinos y amigos que hacen del fútbol una extensión de la vida. “Es una institución humilde, formada por gente que ama esta camiseta. Este año salimos campeones de la Liga Regional de Trancas, lo que nos dio el derecho a jugar el Regional. Pero es un torneo caro, y sin apoyo sería imposible. Incorporamos 18 refuerzos y gastamos mucho en la inscripción. Aun así, tengo fe: vamos a hacer un buen torneo”, dice.
Su tono mezcla orgullo y realismo. Sabe que lo que está en juego no es sólo un campeonato, sino la visibilidad de un rincón de Tucumán que rara vez aparece en los mapas del fútbol.
En Leocadio Paz, cada entrenamiento convoca a los vecinos. Los chicos se trepan al alambrado, los mayores arman ronda de mates y todos sueñan con ver a “Saca” ganar. No hay grandes contratos ni promesas, pero sobra algo que en otros lados escasea; la emoción de sentirse parte. (Producción periodística: Carlos Oardi)






