Un corredor tucumano corrió con su perro y emocionó a todos en la competencia. LA GACETA / ANALÍA JARAMILLO
Entre cientos de atletas, una imagen se robó todas las miradas: un corredor junto a su perro. Ulises Luis, profesor de Educación Física de 40 años, participó de los 21K LA GACETA acompañado por su mascota, Max.
“Empezamos a correr hace dos semanas”, cuenta entre risas. “Hoy hicimos nuestra primera distancia juntos. Mi pareja también corrió un tramo y ahora queremos hacerlo con mi hijo. La idea es correr los tres”.
Mientras acaricia a Max, que jadea feliz tras completar los dos kilómetros que corrió, Ulises resume la experiencia: “Hermoso, una linda sensación. Es compartir lo que uno ama”.
Según especialistas en veterinaria deportiva, los perros pueden correr entre 3 y 10 kilómetros, dependiendo de su raza, edad y nivel de entrenamiento. Las razas de trabajo o de caza (como border collies, labradores o pointers) suelen tener más resistencia. En cambio, las de hocico corto —pugs o bulldogs— deben evitar las distancias largas por el riesgo de sobrecalentamiento.
Se recomienda que los animales se acostumbren al ejercicio de manera progresiva, tengan hidratación frecuente, descansen y nunca sean exigidos más allá de su capacidad física.
Max, feliz y con el lomo blanco y negro brillante bajo el sol de la mañana, fue la prueba viviente de que el deporte también puede unir, siempre que se practique con cuidado y respeto.
Y así, el sonido del latido simbólico que marcó la largada pareció representar el vínculo entre todos los participantes, que mostraron que correr es un acto de amor, de compañía y de alegría simple.







