Eran las 5.45 de la mañana del martes 13 de agosto de 1946. El maquinista José Hermógenes Estoquín, secundado por el fogonero Julio Marino García, conducía la locomotora 7029 con un convoy de 19 vagones cargados con 721 toneladas de caña. Habían salido de Famaillá y tenían como destino Lules.
Pero en la estación San Rafael estaba detenido otro tren carguero en la misma vía y en dirección opuesta. Era la locomotora 1213 con 11 vagones con jaulas para transporte de hacienda, que conducía el maquinista Vicente Manzano, con el fogonero Santiago Ramos. Esperaban la indicación de paso del señalero para cambiar de vía.
El choque fue violento. La locomotora 7029 que circulaba hacia Lules quedó con el miriñaque destrozado y abollada la caja de humo. El ténder del petróleo, con los ponies desacoplados, volcó sobre el costado derecho de la estación y los vagones descarrilaron. La carga de caña quedó esparcida por los lugares próximos a la playa.
La otra locomotora quedó destrozada y sus 11 vagones retrocedieron 20 metros. El maquinista Estoquín resultó con contusiones en el ojo izquierdo y en el brazo izquierdo, y el fogonero sufrió goles en la espalda que no revestían gravedad.
A la tarde ya había sido removida la carga y limpiadas la vía y la estación.
La Policía investigó una versión que había cobrado cuerpo durante la mañana del accidente -dice la crónica del miércoles 14 de agosto- que “señalaba que en el tren que chocó viajaba encima de la carga un linyera, al que se supuso víctima de una impresionante muerte”. Las autoridades de la comisaría de Lules establecieron la falta de veracidad de esa historia.







