La quema de vegetación fue el tema debatido en nuestro programa “Panorama Tucumano” de este martes, en el que se aportó una importante producción sobre contaminación del aire, a partir de las investigaciones de la iniciativa científica Breathe2Change y de los informes de un experto del INTA y del subsecretario de Medio Ambiente de la Provincia.
Tras el debate quedaron espacios para la reflexión. Por un lado, los responsables técnicos estiman que hay una mejora en cuanto a la cantidad de quemas -en lo cual incide, por cierto, que hemos atravesado un invierno más húmedo que lo habitual- y también en lo que tiene que ver con la concientización de los productores y de la comunidad en general.
Por otra parte, los datos científicos han dado cuenta de que hubo momentos de alta contaminación registrados en agosto y septiembre, meses de fuerte riesgo ambiental.
Los estudios del aire de Tucumán realizados por la UNT junto con el Conicet demuestran que la atmósfera tucumana tiene altos niveles de contaminación, muy por encima de los parámetros establecidos por los organismos internacionales. Y en el informe de los registros satelitales se ha advertido un promedio de 52 focos de fuego por día. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, la OMS y organismos europeos advirtieron sobre los efectos del material particulado fino (PMF 2.5), producto de la combustión de biomasas (elementos vegetales). Mientras más pequeñas son las partículas suspendidas en el ambiente, mayor es la probabilidad de que causen enfermedades. Esto afecta directamente la salud, sobre todo en niños, adultos mayores, personas con asma o enfermedades respiratorias.
Este año se ha dado la circunstancia de que este proyecto para la medición de la calidad de aire avanza positivamente en cuanto a proporcionar datos fidedignos, y al mismo tiempo el Gobierno, junto al Ministerio Público Fiscal, está haciendo operativos constantes en los que se ha sorprendido a gente “in fraganti” quemando vegetación, A raíz de ello hubo 17 detenidos e incluso en uno de los casos se conminó al acusado a hacer tareas comunitarias y a resarcir a los bomberos de Monteros por los gastos ocasionados.
Además, hubo una situación inesperada en agosto, cuando 200 pequeños productores hicieron un corte de ruta en Monteros en protesta por la persecución penal. Ellos -que representan a entre 5.000 y 6.500 pequeños cañeros- fueron apoyados por el presidente de la Sociedad Rural durante el acto del Día de la Industria, el 4 de septiembre.
Todas estas circunstancias forman una compleja situación que, según los funcionarios, es un escenario distinto en el que la gente está tomando conciencia de que no se debe quemar y se está trabajando en función del cambio, mientras, al mismo tiempo, se advierte que hay un importante obstáculo arraigado que es la cultura de la quema que se mantiene vigente desde antaño.
Cabe preguntarse si estamos en el camino de un verdadero cambio, al cabo de este año diferente, en el que han tenido gran protagonismo los informes sobre la contaminación, la persecución a los quemadores y los reclamos de los productores. Bueno sería estudiarlo, al final de la temporada.






