“MICAELA, UN CONTINENTE”. Un unipersonal sobre una figura histórica.
Micaela Bastidas fue la pareja de Túpac Amaru y corrió su misma suerte en manos de los conquistadores. Su figura es rescatada por el escritor Alejandro Carrizo en su obra teatral “Micaela, un continente” como símbolo del devenir histórico de América Latina. La puesta dirigida por Pablo Carrizo e interpretada por Agustina Orquera se estrenó en Jujuy en coproducción con el Teatro Nacional Cervantes y hoy se presentará en Tucumán, desde las 22 en El Atelier (avenida Mate de Luna 2.930, con estacionamiento propio).
“La protagonista está detenida en una celda contigua a la de su esposo, antes de ser ejecutada, pero es también un espacio simbólico, un pozo oscuro y denso y también la quintaescencia de la derrota, del desamparo existencial. Una ambivalencia que persiste como una búsqueda de la justicia tanto en ámbito político-territorial como en el universo sobrenatural. Hay una apelación a los espíritus de los ancestros como una salvación, a los orígenes de nuestra cultura americana como un refugio certero. Entre la desesperación, la culpa y la convicción, Micaela es la rebelde, la maldita, el emblema de su pueblo”, anticipa el autor.
Textos cortos en CiTá
Con cinco nuevos textos cortos de estreno, llega desde las 22 “Brevísimo 2” a CiTá Abasto de Cultura (La Madrid 1.457) con el modelo de propuestas independientes de 15 minutos de duración cada una, para que el público elija qué ver.
La grilla empieza con “Rehén a la napolitana”, de Pablo Albarello con Benjamín Tannuré Godward, Juan Mauricio López y Cristian Abán sobre un robo a un banco donde el asaltante y uno de los clientes son amigos del barrio. Les sigue (con funciones cada 25 minutos): “Esto no puede seguir así”, escrita y dirigida por Víctor Hugo Cortés con Natalia Yapura y Sebastián Finkelstein como un matrimonio en crisis que tiene desopilantes argumentos para sobrevivir al caos”; “Mate, matador”, a cargo de Enrique Antich, Victoria Grimaldi y Pablo Olivieri, que son el jefe y los empleados de una firma comercial que deben ejecutan una estratégica jugada”; “Me llamo Juan”, con Luciana González y Gustavo Delgado en tanto un hombre y una mujer que se cruzan en un bar por equivocación, y encaran discusión sin sentido que mostrará sus reales intenciones; y “Jugarse la vida” de Cortés y con Alejandro Villagra y Carla Greta como un ludópata que asiste a una psicóloga, quien lo arrastrará a una situación límite.







