VA POR MÁS. Colapinto buscará mejorar su desempeño en la carrera de mañana.
Las cosas que se saben de antemano frente a una empresa por encarar, de alguna manera sirven para planificar, para proyectar, para intentar cambiar en caso de haber algún tipo de dificultad. Se sabía que de entrada el circuito de Monza ofrece una característica muy particular: su velocidad. Y de antemano también se sabía que Franco Colapinto es uno de los pilotos caratulados como uno de los veloces dentro del grupo de los de los mal llamados “novatos”. Pero también se conoce que estas cuestiones pueden quedar en la nada cuando la herramienta con la que se cuenta, en este caso el auto, no da espacio, no da lugar, no permite que esa velocidad pueda desarrollarse.
En la clasificación de Monza para el Gran Premio de Italia, Colapinto está volviendo a sufrir, por enésima vez, por la falta de potencia y confiabilidad de su Alpine. Su motor en verdad es de los peores de la grilla, sino el peor, y esto no le permite sacar adelante ninguna de sus intenciones. Tiene la cabeza puesta en el objetivo, pero le falta el medio para concretarlo. Por eso, que haya clasificado 18°, aunque largará 17° en la final del domingo en el mítico circuito es una raya más de este tigre que por ahora se está devorando su talento.
La mejora de un puesto en la salida para Franco se debe el equipo Racing Bulls reemplazará las unidades de potencia del coche del francés Isack Hadjar, con lo cual deberá empezar la competencia desde la calle de boxes, y con ello perderá así su 16° puesto en la grilla de largada.
El consuelo de Colapinto, pobre pero consuelo al fin, es que su compañero de equipo, Pierre Gasly, tampoco la tuvo fácil durante la actividad del sábado, y apenas si pudo ocupar el puesto 19 en la clasificación luego de haber hecho, incluso, un cambio de motor en su coche. De todos modos, el francés va a largar desde boxes porque el delegado técnico de la FIA, Jo Bauer, informó sobre la infracción que se cometió en su auto al no cubrir la unidad transcurridos los 120 minutos posteriores a la clasificación. La sanción llegó por no respetar la regla para el parque cerrado.
La jornada del sábado había empezado con alguna felicidad para Colapinto debido a que, en el tercer entrenamiento, había logrado darle junto con sus mecánicos un pequeño salto de calidad a su auto para permitirle ser 14°. El paso dado fue bueno, sobre todo tomando en cuenta las declaraciones de Franco después de la pobre actividad del viernes.
En ese entonces, el auto había estado muy mal en su puesta a punto para el primer ensayo, que Franco no hizo porque su lugar fue ocupado por el piloto de pruebas, Paul Aron. Esa situación le llevó básicamente a tratar de buscar contrarreloj la mejor forma posible para su coche, ya mirando el segundo entrenamiento. Poco pudo progresar y ocupó, lógicamente, un puesto de retaguardia.
Los miembros del equipo trabajaron durante toda la noche del viernes para poner el bólido en la medida de las necesidades de Franco. Y así lo hicieron y lo lograron, porque un puesto 14 en el tercer entrenamiento les permitía imaginarse que podía llegar a tener una buena clasificación.
Ya en esta el esfuerzo se hizo, pero no alcanzó. El mismo Franco dijo que cuando intentó sacar una vuelta rápida sobre el cierre de la clasificación, para tratar de avanzar a la Qualy 2, no pudo hacerlo porque le complicaron su tarea la leca que dejaron los autos de sus rivales en sus derrapes más allá de los pianitos de las curvas, y además alguna complicación en cuanto a la puesta a punto del coche, sobre todo en las partes más veloces.
Eso básicamente abre un interrogante. El de siempre desde que Franco está en Alpine. ¿Qué puede pasar en la final? Porque tal cual están planteadas las cosas, no parece haber una solución mágica para un auto que evidentemente no ha logrado mejorar a lo largo de la temporada y hace sufrir a los pilotos, por más muñeca al volante y pies de plomo en el acelerador que estos tengan.
A esta altura, seguramente queda la duda sobre si es una carrera para intentar de entrada ganar puestos arriesgando mucho, o es una de largo aliento en la cual ir a la “pesca”. Tampoco hay confianza en lo que hará Alpine en cuanto a la estrategia, porque lo que mostró hasta aquí, en general, que no ha sido bueno. Esto le ha impedido incluso sumar puntos, como le ha pasado a Franco en la última competencia efectuada en Países Bajos.
El GP de Italia va a ser largo, 53 vueltas al mítico trazado de 5.793 kilómetros (comienza a las 10 del domingo), y con seguridad tendrá un dominio absoluto de parte de equipos como Red Bull, que tendrá la pole gracias al magnífico trabajo del neerlandés Max Verstappen, que marcó el sábado un récord de velocidad para el trazado. Atrás, los dos pilotos de McLaren, el británico Lando Norris y el australiano Oscar Piastri, intentarán vencerlo. Y más atrás partirán las Ferrari, que “juegan” de local. Esto es decir que no se esperan mayores sorpresas por parte del resto de los participantes.
Dadas estas circunstancias, y a sabiendas de que Alpine no tendrá una sustancial mejora de un día para el otro en cuanto a su rendimiento, a Colapinto le espera una ardua tarea y todo dependerá de su pericia para tratar de avanzar. Ni siquiera podría llegar a recibir la ayuda del tiempo, dado que no hay pronóstico de lluvia.
A propósito, hablando de equipos en problemas, y poniendo atención en Alpine, que ocupa el último lugar en la tabla de posiciones de constructores, el equipo francés ya confirmó que Gasly va a ser piloto de la escudería al menos hasta 2028. La pregunta es, ¿acompañado por quién? Los indicios son flojos, Por ejemplo, al jefe de del equipo, el italiano Flavio Briatore, le preguntaron cuál será el piloto N°2 en 2026. Se lo preguntaron directamente y deslizó algún concepto positivo con respecto a que Colapinto podría llegar a ser tenido en cuenta, pero que para ello deberán evaluar sus rendimientos de los próximos cuatro o cinco grandes premios, en circuito que él ya conoce y que le podrían permitirle ganar confianza y ganar alguna centésima de segundo. De momento las cosas están como están.
En definitiva, Colapinto tratará de hacer una digna carrera en la final de Italia y de esa manera intentar acercarse a la zona de los que suman puntos. Por ahora tiene el consuelo, como quedó dicho, de largar adelante de Gasly por haber hecho una mejor clasificación que él. Este es un punto positivo. También es un punto positivo entender que él mantiene el espíritu en alto pese a que no es cómoda su situación.
El Gran Premio de Italia es una competencia que de por sí genera mucha adrenalina por la velocidad que supone su desarrollo. Es una expresión de deseos entonces que el equipo Alpine se contagie de ese clima.







