Por Micaela Pinna Otero
04 Septiembre 2025
Un joven de 28 años sufrió graves lesiones tras ser atacado por una jauría de perros en una vivienda de Yerba Buena. El caso se encuentra bajo investigación judicial, ya que aún no está claro si la víctima intentó robar o si sólo buscaba frutas de un árbol. En la casa donde ocurrió el hecho había al menos 15 canes.
Para comprender qué pudo haber desencadenado la reacción de los animales, las veterinarias Diana Abascal y Patricia El-kadi, explicaron a LA GACETA que manejar una cantidad tan grande de animales es complejo y que el contexto en el que viven resulta determinante. “No es lo mismo hablar de 15 perros criados en un entorno sano y controlado, que de 15 perros en condiciones de encierro o sin los cuidados necesarios. El contexto influye directamente en el comportamiento”, sostuvo Abascal, diplomada en etología clínica y especialista en comportamiento de perros y gatos.
Las profesionales señalaron que en el caso de los perros, se trata de animales de grupo, que tienden a formar jaurías en las cuales hay uno o varios líderes que ejercen una jerarquía. “Cuando hay un ataque usualmente sucede que estos ‘líderes del grupo’ son quienes lo comienzan y el resto los siguen”, dijo Abascal. “Ellos nos consideran a nosotros parte de su manada. En este caso, lo que pudo haber provocado el comportamiento de estos animales fue el querer defender a sus tutoras. El hecho de tratarse de tres mujeres grandes de edad, al entrar una persona extraña y del sexo opuesto puede haber provocado que se pongan más a la defensiva”, dijo Patricia, veterinaria y cardióloga.
Primero, advertencia
Abascal indicó que el ataque no suele ser una conducta normal en los perros. “Es algo que está muy normalizado el pensar que los perros van a atacar a una persona sólo por entrar a una casa. El perro no quiere llegar al ataque nunca en ninguna situación. El perro va a gruñir, va a ladrar; primero va a avisar”. También aclaró que en algunos casos, la víctima puede ser percibida como una “presa”. “Si una persona corre o intenta huir, activa el instinto de caza. Ese comportamiento puede desencadenar que los perros lo persigan y ataquen”.
“En este hecho en particular las personas que intervinieron hicieron bien en ponerse cerca del hombre y ahuyentar a los perros con ropa o simular que iban a golpearlos. En estos casos hay que mostrar dominancia, especialmente frente al perro alfa”, dijo El-kadi. “El tema es pararse con autoridad y no mirarlos a los ojos porque eso es provocación para ellos. Hay que tratar de mirarlos al lomo. Los seres humanos tenemos que estar arriba en las jerarquías porque somos quienes les damos a los perros todos sus recursos. Ellos no van a aceptar autoridad de cualquiera, pero si uno muestra ciertas actitudes puede llegar a evitarlo”, añadió Diana.
Para Patricia es posible evitar este tipo de comportamientos. “Es importante que ellos sean más estables emocionalmente. Para eso deben tener su paseo diario ya que estar todo el tiempo dentro de la propiedad hace que sufran de mucha ansiedad. En consecuencia tendrán una peor relación con todo lo que sea de afuera. También deben ser alimentados por separado para que nadie esté compitiendo por la alimentación. Además, en caso de que no estén acostumbrados a que ingresen personas extrañas a la casa deben estar encerrados”, recomendó.
Por último, dijo que, según su opinión personal, no es recomendable tener 15 perros. “Quedó claramente marcado en esta escena. Son muchos animales para tres personas que habitan en la casa. Es muy difícil poder educarlos, que todos respeten y que todos respondan”, concluyó.
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