TRAYECTORIA CONSOLIDADA. La Orquesta Juvenil de la UNT protagoniza un ciclo de conciertos en espacios no convencionales por sus 40 años.
La Orquesta Juvenil de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) sale nuevamente del entorno cerrado y del cobijo de una sala. Cabeza visible del ciclo “Orquestas en movimiento” de la Secretaría de Extensión Universitaria, su recorrido por espacios no convencionales la llevará esta tarde a los jardines del Museo de la UNT (San Martín 1.545) en un concierto al aire libre con entrada libre y gratuita que comenzará a las 17 y con un repertorio que abarcará obras de Antonio Vivaldi, Bemhard Crusell, Johhan Nepomuk Hummel y Franz Schubert, y tangos de Ástor Piazzolla y Carlos Gardel.
La actividad se encarna en los festejos por los 40 años de la juvenil, y en esta oportunidad la conducción estará a cargo de Marcela Roselló. “Es una experiencia maravillosa poder dirigir una orquesta en la cual me formé. Entré en 1991 como fagotista y estuve hasta 2001; después, de 2005 a 2016 fui asistente de dirección y hace tres años estoy nuevamente como maestra preparadora de vientos y como maestra asistente”, resume en diálogo con LA GACETA, en el cual destaca el rol de Gustavo Guersman como director titular: “es el faro que sigo y en el cual me apoyo, un maestro que me abrió muchas puertas y me enseñó mucho sobre la relación del sonido con la partitura, a decodificar todo lo que está escrito y que va más allá, y aprender a estar en un grupo, socializar, tocar con otros instrumentos”.
Roselló divide su tiempo artístico entre distintas propuestas, que incluyen su grupo independiente Banda Tempo, enfocado en música de películas, rock y pop de los 80 y los 90, “un repertorio totalmente distinto y un texto musical muy diferente al que maneja la Juvenil ”.
“Es maravilloso el trabajo de una orquesta, que suena como un solo instrumento pero que está conformada por las individualidades de 50 músicos totalmente distintos que tienen que crear un único organismo. Es un gran desafío, porque además el más joven tiene 14 años y el más grande, 40, con los instrumentos típicos de una sinfónica. Guersman siempre recalca que hacemos un repertorio que no tiene arreglos facilitados; es decir, que tratamos de llevar el estudio para que sea la máxima experiencia y explotar a lo máximo la partidura”, agrega.
Variedad
“En el concierto de hoy vamos a abordar varios puntos de vista. Por ejemplo, haremos música de cámara con un trío y luego un dúo de vientos para las obras barrocas de Vivaldi y las románticas tempranas de Crusell, que permitirá mostrar lo importante de trabajar en pequeños grupos y empezar a conocer esos sonidos y a dialogar entre sí. Luego hacemos el primer movimiento del concierto de trompeta de Hummel, un compositor clásico tardío, y el primer movimiento de la sinfonía 5 de Schubert, en la transición entre del clasicismo al romanticismo, realmente muy brillante, para terminar con nuestra música nacional con ‘Libertango’, ‘La muerte del ángel’ y ‘Por una cabeza’”, describe.
En la primera parte intervendrán como solistas Walter Serrano, Gregorio Helguero (ambos en violón); Matías Leguizamón (contrabajo); Luis Arenas y Guillermo Ruiz (los dos en clarinete) y Gonzalo Páez (trompeta).
Acerca de la experiencia itinerante de la Juvenil, reivindica “salir del teatro para tocar en los jardines del MUNT, escuelas o plazas, donde tenemos que tener otro trato con el sonido, vincularnos de otra manera, y es interesantísimo llegar a las personas desde el lugar de alguien que está pasando por allí y escucha una melodía que le interese y se acerca a seguir participando”. “En ese momento, la magia cobra mucha más importancia, nos retrotrae a interpretar de manera artesanal. Es una cosa maravillosa, porque el sonido pasa por tu cuerpo y vuelve a poner un poquito de tu espíritu”, concluye.







