Racing presentó una nueva incorporación con una particularidad que no pasó inadvertida. Marcos Rojo, quien se sumó oficialmente al plantel que dirige Gustavo Costas, tiene un apellido que parece prohibido en el mundo académico. El anuncio, realizado a través de las redes sociales del club, llamó la atención por un detalle peculiar: en ningún momento mencionaron el apellido del defensor, evitando así una palabra que en Avellaneda suele asociarse con el clásico rival, Independiente. Con un juego de palabras, la institución lo presentó como “Marcos se Copa”, destacando que ya es jugador del “Primer Grande” y que firmó un vínculo por un año.
El exjugador de Boca llegó en condición de libre tras rescindir su contrato con el club de la Ribera y de inmediato se sumó a los entrenamientos en el predio Tita Mattiussi. A pesar de que en el conjunto "xeneize" había sido separado del grupo por decisión de Miguel Ángel Russo, Rojo se mantuvo en actividad, lo que le permitiría estar a disposición para el próximo compromiso copero. De hecho, su debut podría darse este martes, cuando Racing visite a Peñarol de Uruguay por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.
Sin embargo, no todo será sencillo para el experimentado defensor. Debido a que la rescisión con Boca se produjo después del 24 de julio, fecha límite de la ventana de transferencias, no podrá participar en el torneo Clausura. El reglamento establece que, para ser inscripto como jugador libre, la desvinculación debe concretarse antes de ese día. Por este motivo, el zurdo solo podrá disputar la Copa Libertadores y la Copa Argentina, al menos mientras no haya una resolución diferente por parte de la AFA.
En Racing no descartan buscar alternativas legales para que pueda sumar minutos en el certamen local. Un recurso de amparo o la detección de algún vacío reglamentario podrían ser las llaves para lograr la habilitación. La dirigencia sabe que su presencia sería clave en un calendario cargado de compromisos y que su experiencia internacional es un plus para el equipo.
Mientras tanto, Rojo ya vive su nueva etapa con entusiasmo. Con pasado en el Manchester United y en la Selección Argentina, el defensor de 35 años se suma a un proyecto que apunta alto en los dos frentes disponibles. Aunque en Avellaneda eviten pronunciarlo, la realidad es que el “Rojo” ahora viste de celeste y blanco, y su estreno oficial podría llegar en un escenario de máxima exigencia continental.






