Proteger el desafío y la montaña es una combinación que se busca en el cerro tucumano

El Trasmontaña requiere preparar el terreno para alcanzar la gloria con un despliegue que, sobre todo, garantiza la seguridad.

ALERTAS. Como en La Sala el fin de semana pasado, el camión autobomba estará y muchas más ambulancias. ALERTAS. Como en La Sala el fin de semana pasado, el camión autobomba estará y muchas más ambulancias.
06 Agosto 2025

Hay protagonistas del Trasmontaña que corren la competencia durante meses. Incluso cuando la bandera a cuadros flamea para el último ciclista de montaña, ellos siguen pedaleando. La organización de una prueba que reúne a más de 3.000 participantes requiere un enorme despliegue para cuidarlos y, al mismo tiempo, proteger a la montaña.

Pican en punta en este sentido los que deben estar atentos a socorrer a quienes sufren percances. Ahí entra en la escena Ángel Aguilar, jefe del cuartel de Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo. Hace un par de años el cuerpo de efectivos son convocados por Alexander Kachurovsky y Pablo Rosales, organizadores de la carrera, que también son clave para que Aguilar pueda hacer óptimamente el trabajo de su área. El jefe y su equipo realizan la tarea de campo en el trazado que se encargó de marcar, Luis Gálvez, el experto corredor de montaña que vive en San Javier. Mientras que Marcos Avellaneda, secretario habilitado de la Comuna de Raco, recepcionó todos los permisos pertinentes para que el Trasmontaña no genere inconvenientes por el paso de las bicicletas en los sectores de la montaña.

En cada edición, la 31ª, los organizadores recaban la información, sobre todo las falencias que se produjeron en la carrera anterior. “Ya no usamos cinta para marcar. Ponemos carteles para prevenir que los animales las coman, la gente las corten y las tiren por ahí”, apunta Kachurovsky. Es una de las medidas que se suma a que en los abastecimientos se pondrán tachos de basura o dar el agua en vaso en vez de botellas. “Hay riesgo de que el biker la descarte en el cerro fuera de la senda. En cambio el vaso lo tiran cerca”, agregó.

Esa es una preocupación menos para los Bomberos que tienen como premisa en su voluntariado no sólo apagar incendios, sino preservar la limpieza en cualquier ámbito. Aguilar puede ordenarle a su equipo entonces que concentre todos sus esfuerzos en la decena de tareas que se autoimponen. Es de esa manera en la que trabajan porque nunca se simplificará nada en la carrera por duplas más convocante del país. “Tenemos unas 70 personas afectadas. Habrá 22 puestos de dos bomberos, cada rescatista tendrá tabla o camilla espinal, con los kits de primeros auxilio. En cuanto a los vehículos, habrá seis unidades de rescate en caminos cercanos a la senda del circuito, cinco motos enduro dentro de la senda”, indicó el experto.

El diagrama de seguridad tiene puntos estratégicos y habrá constantes recorridos de modo de darle al protocolo de rescate el comienzo más rápido posible cuando se conoce el hecho. Esa atención primaria es la que alertará, si es necesario, al personal médico apto para darle curso a las acciones de mayor complejidad. “También tendremos tres bases de comunicación puestas en los cerros: en El Telégrafo, el Maciel, la Cueva de los Chanchos. Hay también dos puestos con cuatro bomberos en zonas complicadas”, agregó el jefe.

Hasta en la contención emocional se fijaron los Bomberos taficeños que en cuatro puntos tendrán apostados efectivos que anotarán el paso de los ciclistas para que los espectadores, la mayoría familiares y amigos de los bikers, sepan, casi en tiempo real, como van en carrera. “Asimismo tenemos un puesto de comando a mi mando con una base de comunicación con operadores de radio que están monitoreando dando las indicaciones y ver que todo el operativo esté óptimo”, indicó Aguilar.

Toda esa puesta operativa está diagramada en la demarcación que Gálvez hizo. “Hay varios cambios en el circuito, pero calculamos que será con los mismos tiempos. Un poquito más duro en el sentido físico, pero casi lo mismo”, anticipó el multifacético deportista.

La competencia que se hará el 17 de agosto está en la línea de provocar un bajo impacto ambiental. Los eventos deportivos de este calibre se hacen en entornos naturales sin la necesidad de construir infraestructuras adicionales. Como en el Trasmontaña, la gestión de residuos y el respeto por los senderos existentes son las máximas a cumplir, no sólo por conciencia, también porque las reglas lo establecen. “Las presentaciones que se hacen para un suceso como este son: autorización de Seguridad de Deporte, permiso policial, informe de impacto ambiental (si es que corresponde), seguro de competidores y espectadores, la autorización del Siprosa, certificado de cobertura de eventos y espectáculos, plan de contingencia con el cuartel de bomberos y guardia urbana para los cruces en las rutas”, detalló Avellaneda.

El integrante de la comuna de Raco también adelantó que en el predio de concentración estará el cuerpo de Promotores Ambientales que, en la comuna hacen concientización ambiental, y el día de la carrera colaborarán con la recolección de residuos.

EN TODAS. Además de ser un experimentado corredor en la montaña, Gálvez fue abriendo senda desde hace meses. EN TODAS. Además de ser un experimentado corredor en la montaña, Gálvez fue abriendo senda desde hace meses.

Lo que se lleva a la senda, debe volver de la senda

Es verdad que el Trasmontaña es una carrera aparte. No se asemeja en ningún sentido a una carrera de un campeonato provincial, regional, ni nacional. En la senda -y las sensaciones previas que van dejando las pruebas, es que esta edición más todavía- la concentración debe ser máxima. Algunos se escudan en ese detalle para justificar el tirar los residuos en plena montaña.

El dispositivo de organización cada año refuerza las acciones para que antes, durante y después de la carrera todo quede limpio. No es lo ideal porque esa inversión de personal y energía se produce por una cuestión de descuido y falta de respeto hacia la montaña. “Falta mucha educación en eso, sobre todo con la gente nueva”, afirmó Carlos Apud. El instructor lamenta lo que ve después de tres décadas de disputada la carrera. “Piensan que la montaña es un papelero”, es la percepción que tiene.
Sus consejos son válidos para todos los niveles de ciclistas que competirán. “Por ejemplo, pueden poner el gel (un alimento que se ingiere en la práctica deportiva) dentro del agua de la caramañola, eso es más práctico y más limpio”, sugirió.

Por el esfuerzo que vas haciendo, quizás vas concentrado en otra cosa, reconoció el compañero de Apud en la carrera, Francisco Rial. “Pero hay que tratar. Es feo para mí que vivo en la senda, ver residuos. La gente tiene que tomar conciencia que, si no le ocupa lugar, levantarlos por más que no sean de uno”, deseó el biker categoría Sub-23.
En el caso de Karina Ayunta sugiere lo mismo, considerar un espacio en los bolsillos traseros del jersey ciclista. “Yo consumo entre seis o siete geles”, calculó y también tiró un tip práctico para llevarlos. “Los pongo con cinta aisladora en el cuadro de la bicicleta, uno a uno, para sacarlos directamente de ahí”, comentó la corredora que formará dupla junto a Gabriela Herrera, en Master C.
“O cerca de la gente o al bolsillo. Nunca los tiro. Bajo ningún punto de vista quedan en la senda”, fue taxativo Antonio Quesada. El entrenador de “Tony Quesada Team” da las razones de porqué es casi incomprensible que la senda quede sucia. “Los abro y me los pongo en la camiseta, no lleva ni 10 segundos. Y sino le pido a gente que los junte cuando paso”, indicó quien formará dupla con Gonzalo Caram.

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