

Durante el invierno en Tucumán, el aire seco, el viento frío y los cambios bruscos de temperatura ponen a prueba la salud del cabello, en especial de quienes tienen rulos. La falta de humedad en el ambiente y el uso frecuente de calefacción provocan frizz, resequedad y pérdida de definición, lo que obliga a reforzar la rutina de cuidado capilar.
Según profesionales, el principal desafío es conservar la hidratación. “El cabello rizado, por su estructura en espiral, recibe menos grasa natural desde el cuero cabelludo hasta las puntas, por eso tiende a resecarse más rápido que el lacio”, afirman.
Cinco consejos para proteger tus rulos en invierno:
Hidratación profunda semanal: aplicar mascarillas nutritivas con aceites naturales como coco, argán o palta para recuperar elasticidad.
Evitar el agua muy caliente: los lavados con temperaturas altas resecan aún más el pelo; lo ideal es usar agua tibia.
Secado suave: reemplazar la toalla tradicional por una de microfibra o una remera de algodón para reducir el frizz.
Sellado de humedad: después de aplicar la crema de peinar, usar unas gotas de aceite para retener la hidratación.
Protección nocturna: dormir con funda de satén o seda para evitar el roce y mantener la forma de los rizos.
En Tucumán, donde las mañanas pueden ser frías pero las siestas alcanzan temperaturas templadas, es importante también proteger el cabello del sol invernal. “Aunque no estemos en verano, los rayos UV siguen dañando la fibra capilar, sobre todo si ya está reseca”, dicen los expertos.







