Era de la Humanidad Aumentada: La pregunta que me dejó helado (y que nos obliga a repensar todo)

Querido lector iniciamos juntos una serie de al menos cuatro artículos para tratar de profundizar y sintetizar juntos mi filosofía del Homo Augmentus y la Era de la Humanidad Aumentada. Te voy a pedir que me ayudes a pensar en el foro de LA GACETA. Ya que la discusión como discurrir de ideas es clave para evolucionar.

Fuente Imagen 4 de Google DeepMind Fuente Imagen 4 de Google DeepMind

Por Federico Lix Klett - Fundador de FALK AI, FALK Impellers y FALK Advertising Matters. Es pensador, hacedor, comunicador, formador e impulsor de innovación y transformación en las organizaciones.

Suelo terminar mis workshops sobre Inteligencia Artificial con una ronda de preguntas. Apagamos las compus, guardamos los celulares, y nos miramos a los ojos. Es mi parte favorita. Ahí, en el ida y vuelta, es donde las teorías se dan un sopapo con la realidad. Pero hace unos meses, una pregunta me pegó un cross a la mandíbula que me dejó tecleando.

Una mamá, con esa mezcla de orgullo y angustia que solo una madre puede tener en la mirada, me dijo: "Federico, mi hija de 16 años, que toda la vida soñó con ser médica, ahora dice que no sabe si vale la pena estudiar. Me pregunta, con una seriedad que me desarma, '¿para qué voy a pasarme diez años en la facultad si para cuando me reciba, una IA va a ser mil veces mejor doctora que yo?'. ¿Qué le digo?".

Silencio. De ese que aturde.

La pregunta no era técnica. Era existencial. Y en esa duda tan cruda de una chica de 16 años, está la foto perfecta del quilombo monumental en el que estamos metidos. La crisis del sentido no es una teoría de un filósofo barbudo para el futuro. Está acá, ahora, instalada en la mesa de una familia tucumana, definiendo los sueños y los miedos de nuestros chicos.

El becerro de barro digital

Vivimos tan obsesionados con la velocidad de la tecnología, con el último modelo de ChatGPT o Gemini, que no nos damos cuenta de que el impacto más grande no es tecnológico. Es emocional. La verdadera revolución no está en el silicio. Está en nuestras cabezas y en nuestros corazones.
Por eso, para empezar este viaje, tenemos que ponerle el nombre correcto al presente. Y el nombre no es "La Era de la IA". Esa es la primera trampa que nos tendemos a nosotros mismos, el primer buzón que nos compramos.

Llamarla así es poner a la herramienta en el centro del escenario, como si fuera la protagonista. Es empezar a adorar, sin darnos cuenta, un becerro de barro digital, un ídolo al que le atribuimos intenciones y conciencia que no tiene. La verdadera historia no es sobre lo que las máquinas pueden hacer. Es sobre en qué nos estamos convirtiendo nosotros.

Nosotros, los humanos aumentados

Por eso yo prefiero, y te invito a pensar conmigo, en el concepto de la Era de la Humanidad Aumentada (EHA). Que vamos a ir desnudando a lo largo de agosto. Perdón, pero se viene mucha filosofía… y no huyas que es divina ;-)

Una era donde el foco vuelve a estar en nosotros. Una era donde la tecnología no es el fin, sino el medio. Una herramienta espectacular, sí. La más potente que hayamos creado. Pero una herramienta al fin, cuyo único propósito válido es potenciar, extender, "aumentar" nuestras capacidades más humanas.

Este es el punto de partida de nuestro viaje. No se trata de competir con la máquina, sino de colaborar con ella para ser una mejor versión de nosotros mismos.

La brújula para este viaje

La pregunta de esa chica de 16 años no se responde con un manual de Python ni con un tutorial de prompting. Se responde con una brújula. Una brújula filosófica y humana que nos ayude a navegar este nuevo océano de posibilidades.

Entonces, ¿qué vamos a hacer en este viaje que empezamos hoy? ¿Cuál es el mapa? Te lo adelanto en cuatro paradas clave que haremos los próximos domingos:

- Desarmaremos al "loro digital": Nos meteremos con el nombre "Inteligencia Artificial" para entender por qué es, en gran parte, un buzón. Veremos qué es en realidad el Razonamiento Computacional, cómo "piensa" y por qué entenderlo es el primer paso para no comprarle espejitos de colores.

- Exploraremos al bicho nuevo: Rastrearemos nuestra propia historia, desde el garrote hasta el celular, para entender por qué este salto es diferente. Definiremos juntos a este Homo Augmentus en el que ya nos estamos convirtiendo, una nueva versión del ser humano con superpoderes y dilemas existenciales a estrenar.

- Buscaremos la receta anti-obsoleto: Armaremos una "caja de herramientas" para el bocho. Una guía práctica con las cuatro habilidades humanas (la curiosidad, la creatividad, el pensamiento analítico y el crítico) que ninguna IA podrá quitarnos y que necesitamos entrenar para surfear la ola en lugar de que nos tape.

- Encontraremos el propósito final: Y finalmente, nos haremos la pregunta más importante. Después de tanta eficiencia y tanto poder, ¿para qué? Discutiremos por qué el objetivo de toda esta revolución no puede ser otro que volver a lo esencial: la conexión, el abrazo, el asado.

Porque la respuesta a esa mamá, te lo aseguro, no es de resignación. Es una de las más esperanzadoras que podemos dar. Acompañame en este viaje. Te prometo que va a estar bueno. Dejame tus ideas para los próximos artículos.

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