Cartas de lectores: René Favaloro, un grande entre los grandes

26 Julio 2025

Nació en La Plata allá por el año 1923 y en un barrio humilde de inmigrantes, El Mondongo, transcurrió su infancia. Estudió en el Colegio Nacional de esa ciudad y allí tuvo profesores que lo marcaron, como Ezequiel Martínez Estrada y Pedro Henríquez Urueña. En 1941 ingresó a la Facultad de Medicina y se recibió en 1948: se llamaba René Gerónimo Favaloro. Partió en 1950 para Jacinto Aráuz (un pequeño pueblo del oeste pampeano) y en ese pueblito por 10 años habrá de hacer una muy rica experiencia en medicina rural, hasta que en 1962 decidió emprender el camino de la cirugía cardiovascular. Con 38 años y un inglés básico y precario, migró a los Estados Unidos, donde se quedaría por largos años. Desarrolló la técnica del bypass aortocoronario y en 1968 publicó sus primeras experiencias. Una cirugía que resultaría extraordinaria y revolucionaria para salvar miles de vidas en todo el mundo y aportar una solución efectiva para la patología obstructiva coronaria. Todo sucedió en la famosa Cleveland Clinic, de Ohio. De 1968 en adelante su prestigio fue in crescendo y el bypass fue aceptado como alternativa terapéutica en todo el planeta. Defendió su técnica y disertó sobre ella en congresos, simposios y en cuanta reunión medica era invitado. En 1971 decidió regresar a nuestro país a levantar un departamento de cirugía torácica y cardiovascular. Cuentan que, antes de dejar la Cleveland Clinic el jefe del servicio cardiovascular, el doctor Donald Effler, lo despidió así: “Todos los miembros de la dirección de la clínica tenemos un gran problema, no sabemos si seguir siendo la Cleveland Clinic o si cambiarle el nombre por Favaloro Clinic”. A los 48 años volvió a su querida tierra natal Argentina y emprendió su trabajo centralizado en dos pisos de un sanatorio privado de Buenos Aires (El Sanatorio Güemes) hasta terminar la Fundación Favaloro situada en Avenida Belgrano y Avenida Entre Ríos y poder trasladarse allí. Yo era un joven cardiólogo en 1986 cuando tuve la fortuna de asistir a las sesiones del Congreso Mundial de Cardiología en Washington DC. Allí fui testigo y estuve presente cuando el Doctor Favaloro, ante una multitud de cardiólogos de todas partes del mundo, diserto junto a los cuatro más grandes cirujanos cardiovasculares de ese momento. Él, sentado al centro de la mesa panel, defendió la técnica del bypass y sus beneficios. Con un fluido inglés, con firmeza y con la vehemencia que lo caracterizaba, habló sobre su técnica en controversia en aquella época con la incipiente angioplastia coronaria que había sido inventada por un médico suizo- norteamericano, el doctor Andreas Gruntzig, y que todavía no contaba con el stent, que fue una fantástica invención de otro argentino, el doctor Julio Palmaz. Todo el auditorio de pie ovacionó y aplaudió al Dr. Favaloro y por supuesto que este fue uno de esos momentos en la vida que uno siente un tremendo orgullo de ser argentino. Al borde de las lágrimas. Me encontraba acompañado por dos colegas amigos: el Dr. René Boggione (discípulo de Favaloro; actualmente ejerce en Jujuy) y el Dr. Horacio Vásquez (cardiólogo de la ciudad de Buenos Aires). “Fue un profesional que se formó en la universidad pública; trabajó como médico rural; triunfó en el exterior; llegó a ser el cirujano más importante de su época y creó una técnica quirúrgica que 60 años después de su desarrollo sigue salvando vidas humanas”  Dr Tartaglione. Falleció Favaloro un 29 de julio del 2000. A 25 años de su trágica decisión: a no olvidarlo porque fue un grande entre los grandes.

Juan L. Marcotullio                               

marcotulliojuan@gmail.com

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