El laurel es una planta sumamente versátil en el hogar, y una de sus principales ventajas radica en sus aceites esenciales. Si bien es conocido por aportar aroma y sabor a las comidas, también tiene múltiples aplicaciones fuera de la cocina.
En aromaterapia, el aceite de laurel se utiliza como estimulante natural para aumentar la energía y reducir el estrés. Además, puede aliviar dolores de cabeza y favorecer un mejor descanso al promover un estado de relajación.
Cuatro formar de usar el laurel en el baño
1. Laurel como elemento decorativo y desodorizante
Colocar hojas de laurel en un frasco transparente sobre una repisa del baño no solo aporta un toque natural y elegante a la decoración, gracias a su forma y color verde intenso, sino que también ayuda a neutralizar los malos olores del ambiente. Esta planta desprende un aroma fresco que actúa como desodorante natural, dejando una sensación de limpieza y bienestar.
2. Laurel en baños de inmersión o duchas calientes
Tener hojas de laurel a mano permite aprovecharlas durante una ducha caliente o un baño de inmersión. Al entrar en contacto con el agua caliente, la planta libera sus propiedades revitalizantes, proporcionando una experiencia energizante que estimula el cuerpo y despierta los sentidos.
3. Efecto estimulante y alivio de dolores corporales
El vapor generado por el agua caliente activa el eugenol, un compuesto presente en el laurel con poder antiinflamatorio. Este elemento ayuda a reducir molestias musculares y articulares, mejora la circulación al relajar las venas, y contribuye a una sensación general de vigor y renovación.
4. Beneficios para la piel y el rostro
El aceite esencial del laurel también estimula la producción de colágeno, lo que mejora la firmeza y elasticidad de la piel. Cuando el vapor con la esencia de esta planta entra en contacto con el rostro, ayuda a atenuar arrugas, iluminar el cutis y dejar la piel visiblemente más tersa y rejuvenecida.








