Plinio Nastari, consultor de Brasil: “El NOA puede promover la independencia energética”

Plinio Nastari Plinio Nastari
23 Julio 2025

Fue uno de los más buscados por sus estudios y conocimientos acerca de la diversificación azucarera. Plinio Nastari, presidente de Datagro Group, una consultora brasileña del mercado del azúcar y del bioetanol, fue el primer disertante de la Jornada “Energía Cultivada. El Bioetanol en el Desarrollo del NOA”. Y, en su charla con LA GACETA, el Master y doctor en Economía Agrícola por la Universidad Estatal de Iowa indicó que, así como la región fue responsable de la independencia política de la Argentina, “el NOA tiene las condiciones para promover la independencia energética y ambiental con el uso más intensivo de etanol y otros biocombustibles”.

Según el consultor internacional, la Argentina es un importante productor competitivo, pero para mejorar su posición, debería mirar a Brasil o a India, que hasta 2017 estaba mezclando 2% y ahora está en 20%, sin tener las mismas condiciones de producción y competitividad que la Argentina. “Por tanto, Argentina tiene todas las condiciones de ampliar el uso de biocombustibles, y lograr grandes beneficios, no solo a los productores de caña y de maíz, sino también a las petroleras, por el uso de más etanol a más bajo precio”.

¿Qué necesita la Argentina para expandir este biocombustible y ser un espejo de Brasil?, le consultó LA GACETA. “Pienso que necesita de políticas públicas, asertivas en energía, que reconozcan la importancia de los biocombustibles, principalmente el etanol, para independencia energética, para beneficios a la salud, al medio ambiente y al desarrollo. Y la mejor política es definición de un mandato de mezcla que debería subir para algo como 20%, que es técnicamente posible, pero necesita de una decisión de política pública para que se materialice al beneficio del país, de la nación”, contestó.

Nastari señaló que en Brasil, se usa etanol desde 1924. “Pero después de la primera crisis de petróleo, en 1973, se creó el programa de etanol, y desde enero de 1978, Brasil mezcla 20% de etanol en gasolina, o más. Ahora estamos con 27%, pero el Gobierno ya definió que desde agosto la mezcla mandatoria será de 30% de etanol en toda la gasolina vendida en el país”, subrayó.

Sistema Flex

El vecino país ha instrumentado un sistema denominado Flex, que permite a los motores de los vehículos usar distintos grados de mezcla entre naftas comunes y bio. El titular de Datagro Group dijo que ese sistema fue creado por las montadoras de vehículos, y lanzado comercialmente en 2003. “El consumidor estaba mezclando etanol en proporciones más altas espontáneamente, y las montadoras se quedaron preocupadas con la garantía de los vehículos, porque el mercado estaba utilizando espontáneamente mezclas más elevadas, y ahí desarrollaron el Flex, que permite que se utilice cualquier mezcla de etanol puro, hidratado, o gasolina mezclada con etanol unido, en cualquier proporción”, explicó. Por lo tanto, continuó Nastari, el consumidor va al puesto de abastecimiento y decide el combustible que va a utilizar. “Esto hace que en muchos Estados de Brasil la sustitución de gasolina por etanol esté arriba del 60%, como en São Paulo (64%) o en Mato Grosso (70%). “Imaginen el costo de transportar gasolina de las refinerías en la región costera hasta el interior del país. Esto trae muchas ventajas económicas al medio ambiente y promueve el desarrollo de producción local de combustible”, sintetizó.

Más allá de las cuestiones económicas, el uso masivo de bioetanol tiene un alto componente de cuidado del medio ambiente. El calentamiento global es cada vez más evidente. “Estamos en un aumento de 1.6 grados Celsius, con grandes consecuencias de cambio climático, eventos extremos potencialmente irreversibles. Nos aproximamos a un punto de no retorno de más de 3,2 grados para fin de siglo. Para mantener el aumento en 1.5 grados, se necesitan acciones muy efectivas ahora, de forma muy dramática para que no se agraven las consecuencias que se verán en todo el mundo”, advirtió el consultor.

En su exposición en la Jornada de Bioetanol desarrollada en esta ciudad, Nastari detalló que la producción mundial de etanol debe pasar de 124.000 millones de litros a 500.000 millones en 2030 y 1.2 billones en 2050 para cumplir los objetivos del Acuerdo de París. En este escenario, destacó la eficiencia de la caña de azúcar. “Es el cultivo más eficiente para convertir luz solar en biomasa. Una tonelada de caña equivale a 1,2 barril de petróleo. La energía de la caña se divide en tres partes: un tercio son los azúcares, que se convierten en azúcar y etanol; un tercio bagazo; y un tercio puntas y hojas. Hoy solo aprovechamos los azúcares y parcialmente el bagazo, pero hay un potencial enorme en las puntas de hojas”, expuso ante el auditorio.

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