¿Alguna vez te preguntaste por qué tu perro solo de ladra a algunas personas... y a otras no? Al momento de llegar al hogar, las personas saludan a las mascotas que allí viven, pero hay algunos que reaccionan mal. La etología es la ciencia que estudia el comportamiento animal y tiene una respuesta para este comportamiento.
El ladrido puede entenderse como un mecanismo de defensa o ataque de un perro hacia otro individuo. Un estado de alteración que también preocupa a sus dueños, por lo que hay varios factores que competen en esta situación.
Cómo deciden los perros a quién ladrarle y a quien no
Cuando un perro ha tenido una socialización adecuada, sus reacciones defensivas tienden a ser menos impulsivas. Al sentirse protegido en su entorno, percibe menos amenazas y responde de manera más calmada ante lo desconocido.
Por otro lado, su agudo sentido del olfato influye mucho en su comportamiento. Son capaces de captar señales invisibles para nosotros, como feromonas, rastros hormonales, olores de otros animales o incluso medicamentos, lo que puede desencadenar respuestas instintivas. Si detecta el aroma de otro perro o gato, puede ladrar no a la persona en sí, sino a los olores que esta trae, como una forma de advertir que está invadiendo su territorio.
La importancia de la socialización
Según indica el medio TN, los etólogos remarcan que socializar correctamente a un perro es fundamental para que su relación con otros animales, personas y entornos sea pacífica. Los ayuda a controlar sus miedos, agresividad y ansiedad. Eso hace que sus reacciones no sean tan violentas y a que adopte actitudes más bien relajadas.
Este proceso de educación canino puede iniciarse a partir de la cuarta semana de vida, pero no hay límites para hacerlo cuando el animal ya es adulto. Obviamente, los resultados no serán tan buenos como en el caso de un adiestramiento temprano, pero servirá para atemperar conductas agresivas o intolerantes.








