PILA DE LIBROS. El "home" de la plataforma de intercambio de libros nacida a partir de una idea simple de la pandemia. / CAPTURA DE PANTALLA
Todo empezó con una idea simple durante la cuarentena. El argentino Nacho Damiano, un lector apasionado y programador autodidacta, se preguntó qué hacer con los libros ya leídos. Así nació Pila de Libros, una plataforma que hoy funciona como un “Tinder literario” y conecta a miles de personas mediante el intercambio de títulos usados.
Lo que parecía un experimento casero terminó convirtiéndose en una comunidad con más de 15.000 usuarios activos. Lejos de ser sólo un sistema de canje, la aplicación (piladelibros.com) se consolidó como un espacio para conocer gente, hacer amigos y compartir el amor por la lectura.
Una solución literaria pensada por un lector
En plena pandemia, Nacho Damiano se encontró con una pregunta que muchos lectores se hacen alguna vez: ¿qué hacer con esos libros que ya no se van a releer? La respuesta no fue venderlos ni regalarlos, sino algo más colectivo: intercambiarlos. Así nació Pila de Libros, una plataforma digital que conecta personas dispuestas a cambiar títulos usados de forma directa, con una dinámica similar a las apps de citas.
La iniciativa partió de un simple posteo en Instagram en el que Nacho proponía intercambiar libros con sus seguidores. El impacto fue tan grande que decidió ir un paso más allá y armar una plataforma que facilitara los cruces. Hoy Pila de Libros funciona como una red con lógica de match: cada usuario sube los títulos que quiere ofrecer y los que desea conseguir. Cuando dos personas coinciden, pueden contactarse para coordinar el intercambio en persona o por correo.
Según detalló el propio creador en una entrevista con TN Tecno, la plataforma tiene dos versiones: una gratuita, que permite hasta dos intercambios por mes, y una paga, con un costo mensual de aproximadamente $ 6.500, que ofrece envíos ilimitados, descuentos en librerías, y acceso a talleres y beneficios especiales.
La comunidad de Pila de Libros supera los 15.000 usuarios, con una presencia predominante de mujeres de entre 25 y 40 años. La literatura argentina contemporánea ocupa un lugar destacado en las búsquedas, aunque también circulan clásicos, ensayos y libros de autoayuda.
Gestos propios de amantes de libros
Más allá de la solución que propone Pila de Libros para quienes quieren seguir leyendo, Nacho destaca algo que no puede medirse en estadísticas: el valor humano del intercambio. En muchos casos, los envíos de obras van acompañados de cartas, chocolates o de pequeños regalos. “No es sólo un libro: hay alguien del otro lado que se tomó el tiempo de elegirlo, envolverlo y enviarlo”, señala.
Desde su experiencia en ferias de libros usados en Buenos Aires en los años 90, como las de Parque Centenario y Parque Rivadavia, Nacho ya había vivido de cerca la lógica del trueque. Pero lo que logró con Pila de Libros fue digitalizar esa cultura y hacerla circular en un contexto donde la lectura volvió a ocupar un lugar central para muchos jóvenes.
En lugar de enfocarse en el lucro, el proyecto siempre tuvo una raíz comunitaria. “Nunca lo pensé como negocio. Al principio lo usaban mis amigos y después se viralizó”, cuenta Damiano. La viralización fue tal que, en pocas semanas, los posteos sobre intercambios recibieron miles de comentarios, likes y solicitudes.
Además de fomentar el acceso a la lectura sin necesidad de comprar libros nuevos, la plataforma genera redes. Hay usuarios que armaron grupos de intercambio por zonas, se conocieron en persona y hasta comenzaron relaciones de amistad. “Se está volviendo una red social literaria”, anticipa Nacho, que ya proyecta nuevas funciones para potenciar ese costado vincular.
El futuro de Pila de Libros apunta a convertirse en una comunidad con vida propia, donde los libros son la excusa para conectar personas. Una usina de vínculos, lecturas compartidas y posibilidades culturales que se expanden desde la pantalla al mundo real.







