
El "boomerasking", una práctica que muchas veces no alertamos.

Si alguna vez lanzaste una pregunta y no pudiste contener las ganas de responderla inmediatamente después de tu interlocutor, es muy probable que estés practicando lo que los expertos llaman "boomerasking". Es un hábito de comunicación que, aunque parezca inofensivo, los estudios demuestran que puede estropear relaciones.
El término "boomerasking" no tiene relación con la generación "Baby Boomers"(nacidos entre 1946 y 1964), sino con los bumeranes. Consiste en lanzar una pregunta y, en lugar de esperar una respuesta extendida o hacer un seguimiento, la pregunta "regresa" para ser uno mismo quien la conteste. Es como si la pregunta fuera solo un pretexto para compartir la propia información.
El boomerasking, graficado
Por ejemplo, en una situación cotidiana, una persona podría preguntar: "¿Cuáles son tus planes para el verano?". Después de una respuesta breve como "No mucho, me quedo por aquí este año", la misma persona añade: "Bueno, nosotros nos vamos a la Costa Amalfitana este año. Vamos a pasar un tiempo en la Toscana. Nunca he estado en Italia, así que estoy bastante emocionado".
En este caso, la Persona A respondió su propia pregunta sin que la Persona B se lo pidiera, lo cual es un componente clave de un "boomerask". Esta dinámica, aunque a menudo inconsciente, afecta la calidad de la interacción.
Los tipos de "boomerasking"
Los investigadores A.W. Brooks y M. Yeomans, quienes llevaron a cabo una serie de estudios sobre este fenómeno y publicaron sus hallazgos en el Journal of Experimental Psychology: General, categorizaron el "boomerasking" en tres tipos distintos:
Primero, está el "ask-bragging". Aquí, hacemos una pregunta para poder presumir sobre los propios logros o éxitos. Por ejemplo, preguntar "¿Cómo te fue en el examen?" solo para responder inmediatamente que lo "pasamos con la mejor nota". Segundo, el "ask-complaining". Este tipo implica formular una pregunta para luego quejarnos de algo o alguien. Sería el caso de alguien que pregunta la opinión de otro sobre un colega, solo para después quejarse de ese mismo colega. Finalmente, encontramos el "ask-sharing". En este escenario, respondemos la propia pregunta con información neutral. Un ejemplo sería preguntar cuántos hermanos tiene alguien y luego decir que uno tiene dos hermanas.
El impacto oculto en las relaciones
Los estudios de Brooks y Yeomans revelaron una verdad incómoda: el "boomerasking" se percibe como egocéntrico. Más del 90% de las personas encuestadas recordaron haberlo experimentado, y sorprendentemente, más del 90% admitieron haberlo hecho ellos mismos. Sin embargo, cuando las personas lo practicaban, eran vistas como menos sinceras e incluso menos agradables que si hubieran presumido o se hubieran quejado directamente.
Aunque la gente recurre al "boomerasking" con la intención de hacer que las conversaciones se sientan más equitativas y equilibradas, el efecto es el opuesto. Resulta poco atractivo y hace que la otra persona sienta que la pregunta solo fue formulada para que pudieras responderla vos mismo.







