Los efectos climáticos golpearon el poroto, tanto durante el inicio como durante el cierre del ciclo
Las altas temperaturas y la irregularidad de las lluvias afectaron desde principios de la siembra, lo que obligó a productores a resembrar. Sobre el fin de la campaña, las fuertes heladas jugaron una mala pasada.
“Los resultados de la trilla de poroto en la región son preliminares. Se advierten avances importantes en Tucumán y en zonas de adyacencias de hasta el 70%. En el norte de Salta el avance todavía es bajo, de un 20% a un 25%”, señaló el asesor privado Oscar Nicéforo Vizgarra.
Contó que en lo referente al frío los daños se dieron tanto durante las heladas de junio como las de esta semana que se despide, por lo que se observa una caída en el rendimiento, por pérdidas. “Anteriormente habíamos comentado que, si no ocurrían heladas importantes hasta el 15 de julio se daría una muy buena producción, pese a que golpearon tanto el calor como la mala distribución del agua. Pero ahora también las heladas jugaron una mala pasada”, dijo.
En general, precisó, a pesar de estas situaciones, en algunas zonas -como Metán (Salta) los rindes alcanzan los 2.000 kilos por hectárea: “Pero se dan rendimiento en lotes muy dispares”.
Respecto de Tucumán, dijo que los resultados son irregulares y que se ven diferentes situaciones según las zonas analizadas. “El principal problema en nuestra provincia fueron las altas temperaturas y la mala distribución de las precipitaciones, sumado a los problemas sanitarios -mustia, macrophomina y esclerotinia-. Y ahora hay que sumarle la helada”, destacó.
El sur, golpeado
Precisó que este fenómeno climático afectó mucho al sur de la provincia, donde las pérdidas van de un 20% a un 30% en porotos sembrados tarde. “Hacia el norte esta situación se repite, aunque en menor escala”, dijo.
Agregó que los porotos sembrados a tiempo sufrieron los efectos de la mala distribución de las lluvias y de las altas temperaturas que se registraron a comienzo de ciclo. “Y sobre los porotos sembrados entre fines de febrero y marzo las heladas hicieron de lo suyo y en general se perdió casi todo”, dijo.
Contó que se trató de una campaña en la cual los productores debieron resembrar en muchos casos, a raíz del comportamiento climático. “Y las heladas afectaron a los porotos más tardíos”, sumó.
En la provincia
En lo que respecta a Tucumán, estimó que se pueden llegar a producir unas 20.000 toneladas, con rendimientos muy variables, con una media de entre 1.400 y 1.500 kilos por hectárea en el mejor de los casos. “Al norte -en la periferia con el límite santiagueño-, los valores apenas alcanzarían los 500 a 600 kilos por hectárea”, indicó.
Calculó que en diferentes zonas de la provincia se darían valores intermedios entre aquellos rendimientos, siempre de acuerdo a cómo se comportó el clima.
En cuanto a una zona productora nacional, como es Córdoba, se siembra fundamentalmente porotos negro, caupi y mungo, y también se sembraron blancos y rojos. “Allí no hubo problemas de heladas, ya que sembraron en fecha, por lo tanto, las que se dieron allí a fines de mayo no afectaron los cultivos ya que estos se encontraban con su ciclo finalizado”, explicó.
Contó también que el sudeste de Catamarca también se registraron problemas de heladas; básicamente, en el poroto negro. “Por lo tanto, los rendimientos vienen muy golpeados”, avisó.
Zona santiagueña
Dijo también que los resultados en el límite de Santiago del Estero con Tucumán son regulares a malos, debido a los efectos de las altas temperaturas y a la irregularidad de las lluvias a comienzo del ciclo, que finalizaron con las heladas. “En la zona de riego, como la de Fernández, y hacia el este se dieron heladas bastante fuertes; por lo tanto, también se registra una afectación importante, con entre un 30% y un 40% de pérdida”, puntualizó.
En el sur de Salta se sembró durante los últimos días de enero, y la mayoría de los productores perdió esa producción. “Debieron resembrar, a raíz de las altas temperaturas y de la falta de lluvias. Y las ultimas heladas complicaron la situación. Se estima una pérdida de un 25%. Pese a todo esto, se están logrando rendimientos más que interesantes y mayores a las expectativas, con valores que oscilan de 1.400 a 1.500 kilos por hectárea”, finalizó.