Los detalles siempre importan. Más en un deporte como la F-1. Pueden permitir cuestiones como la que vivió Franco Colapinto en el circuito Red Bull Ring de Spielberg, Austria, con su Alpine: de un viernes malo en la doble tanda de entrenamientos, a más preocupación ayer en el tercer ensayo. Pero llegó la clasificación y con ella una mejora de rendimiento, fruto de esa finura en el trabajo y de la estrategia, que le permitirá largar 14° en la final. No es la perfección, pero sí una demostración que se puede, aun en inferioridad de condiciones para un coche que se ve fluctuante en su desarrollo.
Si de detalles se habla, Franco dio pistas certeras de su forma de ver todo lo que le está pasando al término de la clasificación. En síntesis, dijo que hay que seguir trabajando en todo, en el auto y en la toma de decisiones. Hizo referencia a que no se puede salir (como salió) al final de la fila para encarar la Qualy 2 (superó la 1 al terminar 15°) y que el viento que apareció en el trazado lo perjudicó al momento de encarar las curvas rápidas, que son su especialidad pero que en esta oportunidad no lo hacen sentirse cómodo.
Lo positivo de un sábado de menor a mayor fue que Colapinto parece haber encontrado un equilibrio en el coche en las curvas lentas, que es donde perdía mucho tiempo al principio. También que se abocó a girar con el auto calzando neumáticos medios, a los que él elegiría para llevar el peso de la carrera dominical.
Además está esa ambición intacta de, pese a no tener una herramienta acorde, ir por más, y eso también lo dijo con claridad: “Cuando veo que estoy a una décima del top 10 me da un poco de bronca”. No es menor su frase, por otro lado, porque en la F-1 se dirimen posiciones por pequeñas diferencias. Una décima, como él dice, puede permitir entrar al grupo de los aspirantes a los puntos o caer a de los que estarán remando en las aguas turbulentas del fondo del pelotón.
Está a la vista lo que sucedió en la pelea por la pole. Quedó en manos del británico Lando Norris con un McLaren “intratable”, que giró en la última ronda en 1’03”971 (a 242,997 kilómetros por hora en promedio); aventajó al monegasco Charles Leclerc y su Ferrari, quien lo escoltó a 224 milésimas y a su compañero de equipo, el australiano Oscar Piastri (tercero a 286). Aquí sí hay que hablar de “detalles”, pero con mano quirúrgica.
Otro aspecto que no se debe soslayar es que en esa batalla deportiva que Colapinto sostiene con su compañero de equipo, el francés Pierre Gasly, se lo ve a cada carrera más cerca. Su coequiper sí pasó a la Q3, aunque no avanzó demasiado al ocupar el 10° puesto. Entre los dos, en la Q2, hubo 442 milésimas de diferencia, una situación que aporta un panorama positivo porque ahora sí parece haberse abierto una competitividad que será beneficiosa para el equipo.
Otro “detalle” de valor para el bonaerense radica en su ya virtual continuidad en el manejo del A525 más allá de esta cita austríaca. Sus visibles mejoras de rendimiento, al menos, lo ponen como número fijo para el GP de Gran Bretaña de la semana próxima. Para la del 27 de julio en Bélgica habrá que hacer balances, análisis y números. Hasta aquí, Franco ya superó los resultados de su antecesor en butaca 2 de Alpine, el australiano Jack Doohan, y no parece haber intención de la escudería de interrumpir su continuidad. Que se haya hablado de un corte con sólo cinco carreras fue un “invento de la prensa argentina” dijo en su momento el jefe del equipo, Flavio Briatore. Sin embargo, esto es F-1, una picadora de sueños y planes, por eso habrá que seguir atentos.
Lo que viene para este domingo es un desafío en un circuito veloz que se dibuja entre subidas y bajadas, con una decena de curvas. Como es de suponer, la estrategia de la cantidad de paradas en los pits, la administración de los neumáticos (será clave el factor climático –se anuncia una media de 30/33°- y la temperatura de la pista) y la necesidad de tener aire libre en el ritmo serán vitales para avanzar. Desde Alpine ya avisaron, vía mensaje en las redes sociales, que cayeron bien los avances positivos en la clasificación, pero que queda aún más. “Trabajaremos durante la noche para estar listos”, se sostuvo. Briatore habló también. “Franco pasó la Q1, pero estaba demasiado lejos para llegar a la Q3, algo que debemos mejorar si queremos ser más competitivos con ambos coches. Veremos qué nos depara el domingo. Hará calor, la estrategia y la gestión de los neumáticos serán importantes”, dijo. Y también lanzó un pedido que tiene forma de necesidad: “sumar puntos es cada vez más vital para nosotros dada nuestra posición actual”.
En la carrera que empieza a las 10 se verá si Colapinto y Alpine ya tienen consolidado un camino para la recuperación. Lógico, todo será cuestión de detalles.






