

Este sábado 28 de junio, la Iglesia católica celebra en su santoral la festividad de San Ireneo de Lyon, uno de los grandes padres de la Iglesia primitiva y uno de los primeros teólogos cristianos.
Nacido hacia el año 130 en Asia Menor, San Ireneo fue discípulo de San Policarpo, quien a su vez había conocido al apóstol San Juan. Esta cercanía a los testigos directos de la vida de Cristo influyó decisivamente en su pensamiento y su obra.
Ordenado obispo de Lyon, en la actual Francia, Ireneo se destacó por su firme defensa de la doctrina cristiana frente a las herejías que surgían en aquel tiempo, especialmente el gnosticismo, una corriente que proponía una visión dualista y esotérica de la realidad. Su obra más conocida, "Contra las herejías", es un texto fundamental para comprender las primeras luchas doctrinales del cristianismo.
San Ireneo es considerado un puente entre Oriente y Occidente, por su capacidad de integrar la herencia apostólica con las necesidades de las jóvenes comunidades cristianas de Europa. En 2022, el papa Francisco lo declaró Doctor de la Iglesia, con el título de "Doctor de la unidad".
Además de San Ireneo, el santoral de este 28 de junio recuerda a otros santos y beatos, como San Pablo I, papa, y San Vicenzo de Beauvais, presbítero y monje.
La conmemoración de estos santos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la importancia del diálogo, la defensa de la verdad y la unidad en la diversidad, valores que Ireneo encarnó a lo largo de su vida y su obra.







