Para quienes buscan una escapada distinta, cargada de historia, buena comida y un entorno de tranquilidad, Colonia Hinojo se presenta como una opción imperdible dentro del turismo rural en la provincia de Buenos Aires. Este pequeño pueblo de impronta europea permite “viajar” a Alemania sin necesidad de salir del país.
Ubicada a apenas 19 kilómetros de Olavarría, en el centro de la provincia, Colonia Hinojo fue el primer asentamiento de alemanes del Volga en la Argentina, fundado en el siglo XIX por inmigrantes provenientes de la aldea rusa-alemana de Kamenka.
Tradiciones vivas entre palmeras y casas centenarias
Con alrededor de 2.700 habitantes, Colonia Hinojo conserva su esencia con calles arboladas, casas de piedra y carteles en alemán, que transportan a otro tiempo y lugar. Un característico boulevard de palmeras da la bienvenida al visitante que busca desconectar del ritmo urbano.
Entre sus principales atractivos, destaca la Kreppelfest, una fiesta popular que se celebra entre marzo y abril, donde abundan las danzas típicas alemanas, desfiles, música en vivo y especialidades caseras que van desde el kreppel (rosquilla alemana) y el strudel, hasta los varenikes y el riwwel kuchen, entre otras delicias.
Historia, cultura y una experiencia sensorial
El recorrido por Colonia Hinojo incluye visitas a lugares emblemáticos como la Parroquia Natividad de la Santísima Virgen, el Museo Municipal de los Alemanes del Volga “Ariel Cherico”, y el primer almacén de ramos generales, fundado en 1885.
En la plaza José de San Martín, los visitantes pueden disfrutar de un original ajedrez gigante pintado en el suelo, y a pocos pasos, una réplica del ARA San Juan rinde homenaje a los 44 tripulantes fallecidos en el submarino argentino.
Cómo llegar
Si bien se encuentra en territorio bonaerense, Colonia Hinojo es ideal para quienes planean un viaje largo o un recorrido por la provincia de Buenos Aires. Desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se accede por Ruta Nacional 3 hasta Azul, y luego por Ruta 226 hasta Olavarría. Desde allí, un desvío lleva directamente al pueblo, en un trayecto de aproximadamente cinco horas en auto.
Se recomienda llevar combustible y provisiones, ya que se trata de un destino rural con servicios limitados, aunque sobran razones para visitarlo: paz, historia y gastronomía se combinan para ofrecer una experiencia inolvidable.







