Empanadas y salario mínimo: ¿Cuántas docenas se podía comprar en 2015, 2019, 2023 y 2025?

Un relevamiento demuestra que, más allá del valor nominal de las empanadas, el cuestionamiento de Ricardo Darín apuntaba al poder adquisitivo.

Empanadas y salario mínimo: ¿Cuántas docenas se podía comprar en 2015, 2019, 2023 y 2025?
26 Mayo 2025

La empanada se volvió inesperadamente protagonista del debate económico en Argentina. Todo comenzó cuando Ricardo Darín, actor consagrado y protagonista de la serie El Eternauta, disparó: “Una docena de empanadas vale $48.000. No entiendo muy bien. Hay algo que no me termina de cerrar. Hay mucha gente que la está pasando muy mal”.

La crítica no apuntó solo al precio de uno de los alimentos más populares del país, sino a una sensación extendida: el salario alcanza cada vez para menos. Darín reaccionó ante los anuncios del Gobierno nacional para incentivar el uso de los dólares atesorados, medida central del llamado “Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos” impulsado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

“La verdad es que no entiendo nada. ¿De quién están hablando?”, insistió el actor, visiblemente molesto con la distancia entre los discursos oficiales y la vida cotidiana.

Un salario mínimo, cada vez menos empanadas

El dato que da sustento a su desconcierto puede parecer menor, pero resulta ilustrativo: con un salario mínimo en abril de 2025 se compran 14 veces menos docenas de empanadas que en diciembre de 2015. Así lo confirma un relevamiento de Noticias Argentinas basado en datos del IPCBA (Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires) y del Consejo Nacional del Empleo.

En cifras concretas:

Diciembre 2015: salario mínimo $5.588 – docena de empanadas $145,58 → 38,4 docenas

Octubre 2019: salario mínimo $16.875 – docena $501,78 → 33,6 docenas

Diciembre 2023: salario $156.000 – docena $7.855,86 → 19,9 docenas

Abril 2025: salario $308.200 – docena $22.010,64 → 14 docenas.


La caída del “índice empanada” refleja una pérdida sostenida del poder adquisitivo. En una década, el salario mínimo permitió acceder a 63% menos empanadas.

Una polémica con gusto a carne (o gourmet)

La afirmación de Darín desató una respuesta directa del ministro Caputo, quien aseguró que las empanadas no cuestan tanto. Y, en parte, tiene razón: según apps de delivery como Rappi, los precios por docena oscilan entre $13.200 y $90.000, dependiendo del barrio, el local, la receta y, claro, el marketing.

“Hay una dispersión muy grande. No es raro en un país que tuvo niveles de inflación altísimos durante años”, explicó el economista Camilo Tiscornia (C&T Asesores Económicos).

Para Florencia Iragui (LCG), “todavía hay señales de precios difusas: la gente no sabe cuánto deberían costar las cosas, y eso genera distorsiones”.

Además, no todas las empanadas son iguales. “Varían los ingredientes, el tamaño, la presentación. Hay empanadas que cuestan como un combo de sushi”, ironizó un comerciante del barrio porteño de Palermo.

Entre el delivery gourmet y la rotisería de barrio

Claudio Caprarulo, director de Analytica, señala que el precio promedio que se mide oficialmente suele concentrarse en cadenas o locales grandes, pero la oferta es mucho más amplia. “Rotiserías, pizzerías, panaderías: hay miles de productores y eso multiplica las variantes”, dijo.

“También hay una cuestión cultural: la comida se volvió algo gourmet, de diseño. Muchos lugares cobran no solo por lo que ofrecen, sino por lo que representan”, advirtió Tiscornia.

En este contexto, Sebastián Menescaldi, de EcoGo Consultores, fue al hueso: “Sí, el poder adquisitivo mejoró respecto del año pasado, pero volvió a perder contra la inflación. La gente se siente más ajustada y empieza a recortar gastos, incluso en empanadas”.

Un índice para el bolsillo

La empanada, símbolo de tradición popular, se transformó así en termómetro económico. Darín quizá no pensó en elaborar una tesis sobre salarios reales, pero puso sobre la mesa una pregunta incómoda: ¿cómo es posible que en un país productor de carne, cebolla y harina, una docena de empanadas cueste lo mismo que un par de zapatillas?

El “índice empanada” ya circula entre economistas y usuarios de redes sociales como una forma cercana —y picante— de hablar de inflación, ingresos y desigualdad.


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