A comienzos del año, El Porvenir recibió una propuesta inesperada: un grupo empresarial brasileño ofreció 20.000 dólares mensuales para tomar el control del fútbol del club. La dirigencia, con ingresos mensuales que apenas superaban los cinco millones de pesos -y con menos de la mitad de ese monto disponible para operar-, no tardó en aceptar.
El acuerdo fue impulsado por Darío “el Ruso” Siviski, exfutbolista instalado en Brasil, quien asumió como director deportivo y recomendó al grupo inversor, liderado por un empresario vinculado a negocios con criptomonedas en el estado de Pará. A partir del convenio, llegaron 12 refuerzos al equipo, entre ellos Marcos Vinicius Serrao Carvalho, Alessandro Miranda Santos, Fabio Monteiro Blanco y José Denilson Gomes Da Silva.
Sin embargo, el desempeño deportivo dejó mucho que desear: tras nueve fechas, El Porvenir ocupaba el puesto 11 sobre 13 equipos. Esto encendió las alarmas entre los hinchas, que comenzaron a notar jugadas extrañas y errores poco comunes. Desde la página Mundo Porvenir -encargada de transmitir los partidos- reportaron acciones llamativas: tiros al córner sin sentido, penales discutibles, y tarjetas por protestas sin razón. Todo esto se daba tanto en Primera como en la Reserva. La preocupación se intensificó por los antecedentes del club, que ya había sido investigado por apuestas ilegales tres años atrás, en una causa que terminó con una única condena: la del representante Brian Simone, sentenciado a seis meses de prisión en suspenso.
En este nuevo episodio, la denuncia no vino del club, sino directamente de la AFA a través del secretario general Pablo Toviggino, sin que la asesoría legal de El Porvenir estuviera al tanto. La causa llegó a la fiscalía especializada en Eventos Masivos, a cargo del fiscal Maximiliano Vence, quien inició una etapa preliminar. Se solicitó material audiovisual de los últimos partidos y la declaración de dirigentes del Ascenso.
"Nos llama la atención que no hayan hablado con nosotros y además, salvo un penal insólito, no vimos actitudes extrañas en los jugadores investigados", declaró a Infobae un dirigente del club. Además de los jugadores brasileños, la denuncia también incluye al representante serbio Nícifor Simovic, a quien se señala como parte del grupo inversor, aunque sin documentación que lo respalde formalmente.
Tras recibir la denuncia, la AFA trasladó el expediente al Tribunal de Disciplina. Con las pruebas a mano, se recomendó la suspensión provisoria por 90 días de los cuatro jugadores señalados, así como la prohibición de ingreso a los estadios para Simovic por el mismo plazo. Estas medidas fueron aplicadas de forma inmediata. El caso volvió a encender la discusión sobre la manipulación de resultados en el fútbol de ascenso, donde ya existen antecedentes preocupantes. La causa más conocida sigue siendo la de El Porvenir en 2022, aunque terminó en una única condena. En Córdoba, hay una investigación contra el club Atenas de Río Cuarto por apuestas en contra de su propio equipo, en un partido que perdieron 3-0 con dos goles en contra del defensor Uirá Marques.
Un submundo que aún permanece oculto
¿Por qué algunos casos llegan a la Justicia y otros no? Para muchos, la respuesta está en una red de intereses cruzados y pactos de silencio. Por ahora, lo concreto es que la AFA presentó la denuncia y que la Fiscalía comenzó a investigar.







