No tenía dónde entrenarse y rifó pollo para viajar: la historia del pequeño ciclista tucumano que salió campeón en San Juan

A los 12 años, Juan Manuel Villagra ganó en el velódromo más moderno de Sudamérica sin haberse entrenado nunca en uno.

MUY BUEN NIVEL. Villagra brilló en San Juan sin nunca antes haber corrido en un velódromo. MUY BUEN NIVEL. Villagra brilló en San Juan sin nunca antes haber corrido en un velódromo.
13 Mayo 2025

“Rifamos $15.000 y tres kilos de pata muslo para juntar la plata”, cuenta Juan Carlos. Así logró que su hijo, Juan Manuel Villagra, pudiera viajar a San Juan para competir en el Campeonato Argentino de ciclismo de pista del año pasado. La idea surgió junto a la abuela del chico, luego de recibir el consejo de conocidos que insistían en que “Manu” tenía que estar, sí o sí, en esa competencia.

El esfuerzo tuvo recompensa: con apenas 12 años y sin un velódromo donde entrenarse, Juan Manuel se consagró campeón en la prueba por puntos de la categoría 2011/12, en el imponente velódromo “Vicente Chancay”. Ganó sin tener pista, como ya lo había hecho en 2018 otro tucumano, Lucas Konecny, que fue bicampeón argentino a los 17 años.

Este año, “Manu” ya empezó la temporada compitiendo en ruta y fue subcampeón en Junín (el único tucumano en traer medalla de esa jornada). Ahora se preparó para la primera fecha del Nacional de pista, con la mira puesta en defender el título argentino, que se disputa a carrera única. Aunque ruta y pista son muy distintas, su rendimiento físico ya es una señal de que está en forma. “Está con todas las pilas”, asegura su padre. Su sueño es claro: quiere llegar a la Selección Argentina.

La historia de “Manu” sorprende. En San Juan, fue la primera vez que pisó un velódromo. Y no cualquiera: el “Vicente Chancay”, que es el más moderno de Sudamérica, un lujo arquitectónico y deportivo. Allí, en ese escenario, la carrera del joven nacido en Leales pero que reside en Los Villagra (departamento Cruz Alta) dio un salto.

En las competencias regionales ya lo notaban. “Tu hijo no está para cualquier cosa”, le dijo a Juan Carlos Luján Paz, de Santiago del Estero, padre de otro ciclista.

Hasta último momento, la participación en el Argentino estuvo en duda. El presupuesto era muy ajustado y no contaban ni con apoyo estatal ni con sponsors. Además, sus dos hermanos también compiten, y la economía familiar se maneja con pinzas.

ALEGRÍA. Juan Carlos, lleva en andas a su hijo, luego de haber coronado un gran torneo en Cuyo. ALEGRÍA. Juan Carlos, lleva en andas a su hijo, luego de haber coronado un gran torneo en Cuyo.

Sin embargo, los 100 números de la rifa  que costaban $1.000 y que se vendieron casi en un abrir y cerrar de ojos fue un buen primer paso. Ese fue el primer empujón.

El segundo lo dio Carlos Castillo, histórico ciclista tucumano, quien prometió conseguirle hospedaje si “Manu” viajaba. Y cumplió.

El niño se alojó en la casa de Emir Caliva, ciclista sanjuanino de categoría Master, que conoce cada curva del velódromo. Él fue clave para que “Manu” pudiera perderle el miedo a la pista. “Fue muy importante en ese aspecto”, resume Juan Carlos.

Días antes de la carrera oficial, participó en una prueba informal y en el reconocimiento previo se cayó. Las curvas peraltadas del velódromo (con inclinaciones de hasta 42 grados) son desafiantes, especialmente para alguien que no tiene experiencia. “Le vi la carita”, recuerda Villagra padre. “¿Qué pasó?”, le preguntaron. “Estuve cagado de miedo”, confesó el alumno de la escuela “Juan Amanso”.

La caída, sin embargo, fue crucial para que Caliva pudiera corregirlo y prepararlo mentalmente. “Me dijo ‘agarrá fuerte el peralte. Es mejor que te caigás ahora. Cuando ellos suban, vos adelantá’”, relata “Manu”.

Villagra fue contundente con su estrategia

La estrategia funcionó. En la final, sobre 40 giros y cuatro sprints, el tucumano se fugó junto a otros ciclistas desde el tercer sprint. En los últimos 70 metros, adelantó y ganó el sprint final, que otorga doble puntaje. Así, con astucia y contundencia se coronó campeón. Y detrás suyo llegaron chicos que se entrenan todos los días en velódromos, todo un detalle.

En 2025, ya mostró que sigue vigente: fue subcampeón argentino de ruta y está en el radar de los entrenadores nacionales. Además, es el actual campeón nacional (torneo con seis fechas anuales) de su categoría. Pero su gran objetivo es revalidar el título argentino de pista, aún sin fecha confirmada por la Federación.

Será otra oportunidad para demostrar que, sin velódromo, pero con talento y convicción, se puede llegar lejos.

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