La nueva normativa que sacude a la Fórmula 1: “Vamos a intentar hacerlo, pero será costoso”

Christian Horner, jefe de Red Bull, dejó claro que las modificaciones en el peso de los autos representan un reto técnico y financiero significativo para los equipos.

La nueva normativa que sacude a la Fórmula 1: “Vamos a intentar hacerlo, pero será costoso”
13 Mayo 2025

La revolución técnica que plantea la Fórmula 1 para 2026 ya genera fuertes debates, principalmente por el nuevo límite de peso que deberán cumplir los futuros monoplazas. A partir de esa temporada, los autos serán más pequeños, perderán carga aerodinámica, contarán con neumáticos más angostos y utilizarán combustibles sintéticos, lo que responde al objetivo de reducir la huella ambiental. Sin embargo, el desafío estará en ajustarse a un peso mínimo de 768 kilogramos, una cifra que muchos consideran inalcanzable.

Esta nueva norma implica una reducción de 32 kilos respecto al reglamento actual y supone un reto tanto a nivel de ingeniería como económico. El rediseño no solo afecta la masa total, sino también el tamaño de los coches: la distancia entre ejes será 200 milímetros más corta y el ancho total se reducirá a 1.900 milímetros. Aunque la menor dimensión de los neumáticos que presentará Pirelli busca colaborar con el aligeramiento, las baterías más grandes que requieren los motores híbridos complican el panorama.

El peso es un factor determinante en el rendimiento de un auto de F-1: cada 10 kilos extra equivalen a una pérdida de 3 décimas por vuelta. Ante esta realidad, Christian Horner, director de Red Bull, no ocultó su descontento. “Se han sacado de la nada un número para el peso del coche”, disparó en diálogo con Motorsport. “Los motores ahora pesan mucho más y, sin embargo, nos piden autos más livianos. Eso exige inversiones altísimas para lograrlo”, agregó.

El directivo británico también reconoció que se barajó la posibilidad de sumar elementos que compensen, como patines de acero, lo que permitiría ajustar el reglamento. “Quizá eso justificaría añadir cinco kilos más, pero es lo que hay. Es lo mismo para todos”. A su vez, sostuvo que los equipos deberán tomar decisiones muy finas. “El peso es tiempo en pista. Alcanzar ese límite será un desafío gigante para todos”.

Opiniones divididas en el paddock

En contrapartida, Toto Wolff, jefe de Mercedes, respaldó el criterio de la FIA. “La razón por la que lo hacemos es para que los coches sean más ágiles”, señaló. La mayoría coincide en que será difícil de cumplir. 

David Sánchez, de Alpine, calificó el objetivo como “muy agresivo” y Ayao Komatsu, de Haas, lo definió como un “factor de rendimiento” que demandará muchos recursos. Por su parte, Paul Monaghan, ingeniero jefe de Red Bull, se mostró realista. “Es un reto enorme llegar al nuevo peso. Las decisiones de diseño que tomemos ahora marcarán el resultado”.

El nuevo reglamento forma parte del plan de la FIA para mejorar el espectáculo y promover una F-1 más sustentable. No obstante, entre el peso límite y la inclusión de baterías más grandes, los equipos deberán reinventarse para no perder rendimiento. 

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