EXPECTANTE. Ariel Martos habló en la previa del partido contra Atlanta.
A veces se dan partidos que se juegan con el alma, como si fueran finales sin medalla. El del domingo no será uno más para San Martín de Tucumán: se enfrenta nada menos que al escolta, Atlanta, en una cita que puede empezar a marcar rumbos en la zona A. Aunque en los pasillos de La Ciudadela todos entienden la importancia del cruce en Villa Crespo, puertas adentro reina la calma. El plantel “santo” completó una nueva práctica en el complejo Natalio Mirkin con sonrisas, charlas cómplices y buen ánimo. A pocas horas del viaje a Buenos Aires, el clima fue distendido, pero el enfoque sigue intacto.
Ariel Martos, uno de los responsables de este buen presente, bajó el mensaje de siempre: paso a paso, sin desviarse del objetivo. “No pensamos en eso del invicto. Pensamos en seguir mejorando, en progresar. Creo que vamos evolucionando partido a partido, gracias a Dios. Si seguimos en esa línea, es más probable que se extienda, pero no tenemos ningún objetivo con respecto a eso”, explicó el DT, que eligió enfocarse en el crecimiento colectivo más que en los números.
“Me parece muy precipitado hablar de finales. Todavía no terminó la primera rueda, falta mucho. Hay que ver cómo se desarrolla todo”, bajó el tono Martos al hablar sobre la relevancia del cruce contra el “Bohemio”.
Uno de los que volvería a estar en la consideración del DT para sumar minutos, al menos, desde el banco de suplentes, será Jesús Soraire, que tras ocho partidos sin sumar minutos reapareció en el último triunfo contra Colegiales.
El mediocampista, con oficio y voz de experiencia, valoró el esfuerzo silencioso de quienes esperan su oportunidad.
“Uno tiene que estar preparado siempre para el momento que le toca. En San Martín, cualquier chico que entra está listo porque el entrenamiento para los que no juegan es muy intenso. Eso eleva la vara de la competencia interna y por eso muchas veces encontramos respuestas en las variantes”, destacó Soraire.
REGRESO. Jesús Soraire volvió a sumar minutos con la camiseta del "Santo" y podría ser una alternativa en Villa Crespo.
El ex Banfield, que jugó como volante central, mostró su compromiso con la función que le toque. “A lo largo de mi carrera entendí que tengo que manejar distintas opciones y ser muy versátil para tener más posibilidades y darle alternativas al técnico. Me gusta esa posición siempre y cuando le sirva al equipo”, explicó.
Al igual que Martos, Soraire no se dejó deslumbrar por los elogios ni los números. “Nosotros enfrentamos cada partido con la misma mentalidad: traer algo, ya sea un punto o tres. Tener el invicto no es el objetivo, es la consecuencia de cómo enfrentamos los partidos, con seriedad y compromiso”, aseguró. “Es un buen equipo, con jugadores que vienen de otras categorías, pero nosotros hacemos mucho hincapié en lo que podemos dar”, agregó sobre el conjunto de Villa Crespo.
GOLEADOR. Martín Pino viene de convertir contra Colegiales y quiere extender su buena racha.
Autocrítica
En ofensiva, Martín Pino atraviesa un gran momento. El delantero viene de marcar uno de los dos goles en la victoria contra el “Tricolor de Munro” y se ganó su lugar en el “11” con actuaciones sólidas. Sin embargo, explicó que todavía falta para hablar de candidaturas. “Aún no conseguimos nada. Estamos bien, pero hay que seguir trabajando. Este es un equipo trabajador, humilde, que siempre va en busca de más”, afirmó Pino.
El delantero, que lleva tres tantos en el torneo, evitó dramatizar el cruce con Atlanta, pero reconoció que será un partido exigente.
“Hoy en día todos los partidos son luchados. Siempre que juegan contra San Martín, se hacen duros porque saben que tenemos un gran equipo. Va a ser parejo, y lo vamos a enfrentar con todo”, expresó el “9”, que en lo personal, dijo sentirse “muy bien” luego de superar molestias físicas, y celebró poder sumar minutos en esta etapa.
El duelo en Villa Crespo puede ser un punto de quiebre. En un torneo donde nadie regala nada, y donde cada fecha es una pulseada por el protagonismo, San Martín quiere seguir afirmando su identidad.
La misma que construyó desde el esfuerzo silencioso, la competencia interna y la humildad que pregonan sus líderes.







