San Martín es el único invicto del torneo y su solidez no es casualidad: las claves del buen presente

Mientras el resto de los equipos tropiezan, el “Santo” todavía no conoce la derrota, lidera su zona y mantiene la valla menos vencida.

FESTEJO DE GOL. Franco García se volvió una pieza clave para el ataque de San Martín y viene de abrir el marcador contra Colegiales. FESTEJO DE GOL. Franco García se volvió una pieza clave para el ataque de San Martín y viene de abrir el marcador contra Colegiales. Foto de Diego Aráoz/LA GACETA.

En una jornada donde algunos se tropezaron con sus propios cordones, San Martín de Tucumán demostró que sigue atándose los botines con firmeza y determinación. La caída de Atlanta y de Gimnasia de Mendoza en sus respectivos partidos dejó al “Santo” como el único invicto del torneo (además es líder absoluto de la zona A). Mientras otros se resbalaban en la mitad de cancha, el equipo de Ariel Martos fue el único que sumó de a tres, estirando su racha positiva y reafirmando que su gran presente no es fruto del azar.

Hasta esta fecha, el tridente de invictos que integraban San Martín, Atlanta y Gimnasia de Mendoza mantenía el suspenso en lo alto de ambas tablas. Sin embargo, el “Bohemio” cayó 2-0 frente a Güemes de Santiago del Estero en el Jiya Miranda, mientras que el “Lobo” mendocino perdió el liderazgo en la zona B al ser derrotado por Gimnasia de Jujuy 2-0 en “La Tacita de Plata”. Así, mientras el resto mira desde abajo, el “Santo” (que le había ganado a Colegiales) continúa su marcha con paso firme, como un equipo que sabe a lo que juega.

Y si hay algo que respalda este presente, son los números: 13 partidos sin conocer la derrota, con siete triunfos y seis empates. Una efectividad general del 69,23% que lo ubica como uno de los candidatos más sólidos en el camino hacia el ascenso.

En casa, tampoco sabe lo que es perder: seis partidos invicto en La Ciudadela con tres triunfos y tres empates. Y como visitante es todavía más efectivo: suma cinco victorias y cuatro empates en nueve partidos jugados fuera de Tucumán, con un rendimiento del 71,43%.

El secreto no está en una fórmula mágica, sino en el equilibrio de un equipo que trabaja cada línea con responsabilidad. Desde el arco, Darío Sand se convirtió en un baluarte: con dos penales atajados en lo que va del torneo y apenas tres goles recibidos (frente a Los Andes, Güemes y All Boys), San Martín ostenta la valla menos vencida de toda la Primera Nacional.

Los 10 partidos con el arco en cero son una clara muestra de que la defensa se consolidó y comienza a salir de memoria.

Pero no todo es evitar goles: también hay que hacerlos. Y aunque no es un equipo que golee con frecuencia (sólo superó por más de un gol a Alvarado y a Colegiales), al “Santo” le alcanza con la eficacia para sumar de a tres.

Anotó 12 goles en 13 fechas, con un promedio de 0,9 por encuentro, y convirtió los dos penales que tuvo a favor. Además, le sientan mejor las primeras mitades, en donde logró el 56,41% de sus goles.

Según el sitio especializado en estadísticas, SofaScore, San Martín tiene una posesión media del 50,9% y una precisión de pases del 77,7%. Promedia 13,1 regates y 10,4 remates por partido, lo que habla de un equipo que, sin deslumbrar, sabe lastimar.

En defensa, el trabajo colectivo también se nota: 35,7 intercepciones, 74,8 recuperaciones y apenas 0,2 goles encajados por encuentro.

"Tenemos que mantener la tranquilidad", pidió Martos

Las estadísticas marcan tendencia, pero la actitud del equipo es la que convierte esas cifras en resultados.

“Nosotros tenemos que mantener la tranquilidad porque esto es largo”, advirtió Martos, que le pone paños fríos al entusiasmo. Sin embargo, reconoce el esfuerzo de sus dirigidos. “Ésta racha de 13 partidos es todo del trabajo de los muchachos que no regalan nada. Tienen un compromiso absoluto, se lo merecen. Este presente no es casual”, agregó.

Mientras tanto, Atlanta intentará recuperarse y volver a presionar al “Santo” en la cima. El próximo enfrentamiento entre ambos será una prueba de fuego, un duelo directo por la punta.

En un torneo tan largo como impredecible, en el que los rivales se caen como fichas de dominó, San Martín se mantiene en pie.

Como un “5” clásico que no se desespera, que barre, ordena y distribuye, el equipo de Martos no se deja llevar por el vértigo. Juega con paciencia, defiende con firmeza y ataca con inteligencia en el momento justo.

Quedan muchas fechas por delante, y nadie se consagra en la fecha 13. Pero lo cierto es que hoy, el único invicto que sigue sonriendo es el “Santo”, que por el momento se puede dar el lujo de mirar a todos desde arriba.

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