Un hombre sostiene flores afuera de la mezquita Khadija en La Grand-Combe, en el sur de Francia, el 27 de abril de 2025, donde fue asesinado el adorador Aboubakar. .
FLORENCIA, Italia.- El presunto asesino de Aboubakar Cissé, apuñalado hasta la muerte en una mezquita de la región de Gard, se entregó a una comisaría de policía del centro de Italia. Más de 70 policías y gendarmes franceses habían sido desplegados desde el viernes, cuando ocurrió el crimen, para localizarlo y detenerlo. Buscado durante tres días, el sospechoso, de 21 años, nacido en Lyon en 2004 y de nacionalidad francesa, “se entregó en una comisaría de Pistoia”, cerca de Florencia, indicó el fiscal de Alès, Abdelkrim Grini.
“Ante la eficacia y determinación de los recursos desplegados, el agresor no tuvo más remedio que entregarse, y eso fue lo mejor que pudo haber hecho”, dijo.
El sospechoso esperaba a ser trasladado a Florencia ayer a la tarde, dijeron las autoridades italianas. Mientras tanto, en Francia, se debería notificar al juez de instrucción y emitir una orden de detención europea para su traslado, según la fiscalía de Alès, que entregaría el control de la investigación a la fiscalía de Nimes.
En la red X, el ministro del Interior, Bruno Retailleau, felicitó a los magistrados e investigadores “que demostraron una gran determinación y profesionalismo que permitieron obtener resultados en poco tiempo”.
“La teoría preferida es la del acto antimusulmán e islamófobo”, aunque el presunto asesino negó haber actuado por odio al Islam, aseguró su abogado italiano. Dijo a los investigadores que “mató a la primera persona que encontró” en su camino, según Giovanni Salvietti.
Sin embargo, en el video que él mismo grabó justo después de su asesinato en la mezquita de la comuna de La Grande Combe, frente a su víctima moribunda, el asesino se felicitó por su acto e insultó la religión de su víctima: “Yo lo hice, (...) tu maldito Alá”, repite dos veces.
Teoría preferida
“Lo he dicho y lo confirmo: el acto antimusulmán e islamófobo es la teoría preferida”, pero el asesino “también pudo haber tenido motivaciones de fascinación por la muerte, un deseo de matar y también el deseo de ser considerado un asesino en serie”, enfatizó Grini en BFMTV.
El fiscal añadió que el juez de instrucción deberá también determinar si tuvo cómplices para escapar del país y, en ese caso, quiénes fueron.
El atacante de aproximadamente 20 años, primero rezó en la mezquita junto a Aboubakar, un joven maliense que, como cada semana, iba a limpiar el lugar antes de las oraciones. Luego, le dio unas 50 puñaladas y grabó el cuerpo agonizante con su teléfono móvil, mientras gritaba insultos contra el islam. Envió el video, que mostraba a la víctima sufriendo, a otra persona, quien lo compartió en redes sociales, aunque luego lo eliminó.
El cuerpo de la víctima no fue descubierto hasta más tarde esa mañana, cuando otros fieles llegaron a la mezquita para la oración del viernes.









