Qué es el ritual de las "Tres Estaciones" y cómo se mantiene en el funeral de Francisco

Aunque el papa Francisco modificó el protocolo para su despedida, una antigua tradición litúrgica se mantuvo firme: ¿de qué se trata?

Qué es el ritual de las Tres Estaciones y cómo se mantiene en el funeral de Francisco Qué es el ritual de las "Tres Estaciones" y cómo se mantiene en el funeral de Francisco
25 Abril 2025

El funeral de un Papa es, por tradición, uno de los rituales más solemnes y cargados de simbolismo dentro de la Iglesia Católica. A pesar de los cambios propuestos por el papa Francisco para simplificar su propia despedida, una antigua costumbre se mantiene firme: el ritual de las “Tres estaciones”, que marcan el recorrido del último adiós al líder de la Iglesia.

Cambios en el protocolo 

En 2024, el papa Francisco aprobó una nueva edición del libro litúrgico para las exequias pontificias, con la intención de simplificar el proceso y adaptarlo a su propio estilo, que siempre promovió la sencillez y la cercanía. Sin embargo, a pesar de los cambios, una estructura esencial de este acto de despedida permaneció inalterada: el ritual de las tres estaciones. 

Entre las modificaciones que Francisco solicitó para su funeral, una de las más destacadas es la simplificación del ataúd, eliminando los tres féretros tradicionales de ciprés, plomo y roble. En su lugar, se utilizará un único ataúd, sin las elaboradas capas de madera que solían acompañar los cuerpos de los Papas fallecidos. Además, la constatación de la muerte no se realizará en la famosa cámara papal, sino en la capilla privada, en un gesto que refleja la voluntad del Papa de evitar formalismos innecesarios.

Otra de las reformas más notables es la eliminación de algunos de los elementos simbólicos que históricamente se han utilizado en el funeral papal, como el catafalco (una estructura elevada para el ataúd) y la férula papal (el bastón pastoral que simboliza la autoridad del Papa), que generalmente se colocaban durante la exposición del cuerpo. Francisco, con su enfoque austero, eligió renunciar a estos símbolos de poder en su último adiós.

El ritual de las “Tres estaciones”

A pesar de estos cambios, una tradición litúrgica perdura: las tres estaciones. Este ritual guía el recorrido del funeral papal, y en el caso del Papa Francisco, se mantendrá tal y como lo establece el nuevo protocolo litúrgico aprobado por él. Las tres estaciones representan momentos cruciales en el camino final de un Papa, y a través de ellas, los fieles pueden rendir homenaje de forma profunda y simbólica.

Primera estación: la constatación de la muerte

La primera estación tiene lugar en el lugar de fallecimiento del Papa. En este momento, se confirma su muerte y se deposita el cuerpo en un ataúd sencillo, sin los ornamentos que tradicionalmente acompañaban los féretros papales. Este primer paso marca el inicio del último recorrido del Papa, que comienza en el lugar más cercano y personal: su residencia, en la capilla privada.

Segunda estación: la Basílica de San Pedro

La segunda estación ocurre en la Basílica de San Pedro, donde se celebra la misa exequial y la exposición del cuerpo. En este punto, la novedad más significativa es que el ataúd no será elevado sobre un catafalco, como solía hacerse, sino que se mantendrá al nivel de los fieles, para promover un contacto más directo con el pueblo. Este gesto, de acuerdo con las enseñanzas de Francisco, refleja su constante cercanía con la gente común y su rechazo a la pompa y la distinción innecesaria.

Tercera estación: el entierro en Santa María la Mayor

La última estación corresponde al entierro del Papa. En esta fase, otro de los cambios importantes que Francisco decidió implementar fue el lugar de su sepultura. Tradicionalmente, los Papas son enterrados en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. Sin embargo, en su caso, el Papa Francisco ha solicitado que su cuerpo repose en la Basílica de Santa María la Mayor, un gesto que representa su cercanía con la Virgen María, a quien ha venerado profundamente durante todo su pontificado. Esta decisión marca una ruptura simbólica con la tradición, que pone de manifiesto su visión personal del rol de la Virgen en la vida de la Iglesia.

Monseñor Diego Giovanni Ravelli, maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, explicó que esta última estación sufrió una racionalización, en la que se suprime la complejidad de los tres ataúdes tradicionales, sustituidos por un único féretro. "Esta estación ha sufrido una importante racionalización debido a la supresión del depósito y cierre del ataúd de ciprés en un segundo de plomo y un tercero de roble", comentó Ravelli.

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