VIDEO. La figura del papa Francisco: “Un puente entre Dios y la humanidad”

En “Panorama Tucumano”, conducido por Federico van Mameren, dos especialistas analizaron la obra del primer Papa latinoamericano. Julio Söchtin, sacerdote dominico y vicerrector de formación de la Unsta; Marta Tejerizo, abogada y ex titular de la cátedra de Derecho Público, ofrecieron sus miradas sobre el legado de Francisco, junto a José Nazaro, secretario de Redacción de LA GACETA.

Tejerizo recordó el impacto que sintió al conocerlo en 2017: “Sentí como si lo tuviera a Dios delante mío”, expresó. “Así como tiene seguidores, hay grandes críticas a la labor del Papa porque fue un transformista”, indicó la abogada sobre las acciones de Francisco. Según explicó, el papa se involucró en conflictos globales para promover la paz: “Odiaba la guerra”, afirmó. Lo definió como un estudioso del derecho internacional. Valoró su compromiso con la paz, el medio ambiente, la lucha contra el terrorismo y el derecho humanitario. “Supo adaptarse. Otros no tomaron partido; él se hundió en los temas de interés”, puntualizó la experta. También destacó que el Papa priorizó al pueblo antes que su propia salud. “Descuidó su salud por el bienestar de la población”, señaló y agregó que fue criticado por involucrarse en política, aunque sus intervenciones buscaron soluciones. “Fue un erudito y un adelantado de estas cuestiones de derecho internacional”, aseveró la experta. Mencionó su rol en el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos y su mediación en el conflicto colombiano en 2016.

Dimensión espiritual

Söchtin destacó la dimensión espiritual del pontificado: “La emoción que generaba su presencia se vincula con la expresión misteriosa de la presencia de Dios”. Sobre su legado, el religioso agregó: “A Francisco le tocó llevar adelante un diálogo con la humanidad que implicaba dar y recibir”. Consideró que eso expuso a la Iglesia, aunque remarcó que el esfuerzo de comunión superó las críticas. “Él fue un puente entre Dios y la humanidad”. Nazaro, por su parte, consideró que fue maltratado por el la sociedad argentina que lo colocaba como un vocero partidario del Peronismo y porque no visitó su país.

Finalmente, el sacerdote subrayó la espontaneidad y la fuerza reformista del Papa: “Sus formas tenían que ver con su temperamento y su espontaneidad”, describió. Enfatizó las reformas impulsadas dentro y fuera de la Iglesia y su visión de una fe compasiva. “Él miraba la bondad del Dios y el bien del pueblo”, concluyó.