María Belén Zerda, argentina y de 38 años, permanece desaparecida desde el pasado 6 de abril en Cancún, México. La última vez que se la vio fue en el municipio de Benito Juárez. Desde entonces, la Fiscalía de Quintana Roo activó un protocolo de búsqueda urgente y su familia vive horas de profunda angustia.
Guillermo, su hermano, fue quien rompió el silencio esta semana y brindó declaraciones que refuerzan las sospechas de un posible hostigamiento previo a su desaparición. “En la última llamada se la notaba asustada”, afirmó en diálogo con TN. También reveló que María Belén había recibido amenazas telefónicas días antes. "La hostigaron y la amenazaron", dijo sin dar más detalles.
Zerda vivía en México desde hacía dos años, donde se dedicaba a un emprendimiento de bikinis. Sin embargo, en noviembre de 2024 regresó a la Argentina para pasar las fiestas junto a su familia, y extendió su estadía hasta fines de marzo por complicaciones en la salud de su abuela. A comienzos de abril, volvió a Cancún con el objetivo de iniciar un nuevo proyecto gastronómico con un amigo.
Pero todo cambió repentinamente. El 5 de abril, un día antes de desaparecer, tuvo una última conversación con su familia. En esa llamada, su tono de voz encendió todas las alarmas: incluso le pidió a uno de sus hermanos que no viajara a visitarla “porque lo iban a secuestrar”.
La última persona que tuvo contacto con ella fue una amiga en Cancún, quien recibió un mensaje de audio por WhatsApp en el que María Belén decía que debía salir de la ciudad y trasladarse a otro sitio. Desde entonces, no se supo nada más.
En las últimas horas surgieron versiones sobre el departamento donde vivía Zerda, que estaría en estado de abandono. Sin embargo, su familia lo negó rotundamente. “Eso es mentira. Cuando nos enteramos de su desaparición, mi hermano viajó a México y encontró todo en orden”, aseguró Guillermo.
Un detalle inquietante que trascendió es que su celular fue hallado envuelto en cinta adhesiva, junto a algunas notas escritas por ella. “Lo encintó para que no la rastreen”, explicó su hermano. Y agregó: “No sé si la agarró una red de trata. Por ahí se metió en un bosque y la encontraron. Tengo fe de que está escondida y viva”.
El drama de una familia que pide respuestas
Mientras la búsqueda continúa, la familia de María Belén atraviesa momentos desesperantes. “Es muy difícil. Mi mamá hace días que no come y mi abuela está destrozada. ´Belén no me llama´, repite”, relató Guillermo con angustia.
También salieron al cruce de rumores que indicaban que la mujer padecía esquizofrenia. “Es una locura lo que dijeron, todo mentira. No sé de dónde salió eso”, aclararon, y destacaron que María Belén lleva una vida sana, hace mucho deporte y “parece de 30”.
La Fiscalía General del Estado de Quintana Roo está a cargo de la investigación. El día de su desaparición, la joven tucumana vestía una camisa sin mangas negra, un short claro y zuecos blancos con verde. Mide 1,70 metros, es de tez clara, complexión delgada, cabello largo y rubio, ojos marrones y tiene un lunar de tres milímetros en el tobillo izquierdo.
Su familia pide difusión y colaboración para que pueda aparecer con vida. “Necesitamos encontrarla. No vamos a parar hasta saber dónde está Belén”, expresó Guillermo, con la esperanza intacta.







