El caos para la entrega de pases de discapacidad

La circulación de certificados apócrifos de discapacidad en la Dirección General de Transporte de la Provincia generaron problemas severos. Mucha gente no pudo viajar en colectivo, fue obligada a bajar por los choferes, y cientos de personas se agolparon en la oficina de Transporte para gestionar la tirilla a color con la foto del beneficiario y la firma del director. Para zanjar el problema, se ha decidido que el pase de discapacidad provisorio actual continuará vigente hasta el 24 de abril, mientras se avanza con la entrega de los nuevos certificados.

La Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) había recibido denuncias sobre posibles falsificaciones de los pases de discapacidad provisorios, entonces se estableció que la Dirección de Tránsito, a cargo de Sergio Apestey, debía emitir un nuevo carnet provisorio. El problema fue que muchos de los usuarios no tenían el nuevo plástico, entonces no se les permitió viajar en los colectivos.

En las oficinas atestadas de gente se empezaron a ver los problemas en la atención, no sólo en lo que hace a la gestión de la nueva tirilla, sino en la obtención habitual de certificados. Una señora dijo a LA GACETA que el carnet de su esposo está en trámite desde hace un año. El director de Transporte reconoció los serios retrasos en la emisión de pases definitivos: “estamos entregando recién los de febrero o marzo del año pasado”, dijo. Actualmente, la base de datos de la Dirección de Transporte contabiliza alrededor de 50.000 beneficiarios. Muchos de ellos deben renovar sus pases periódicamente, dependiendo de si su certificado tiene vencimiento o no. Para descomprimir la situación, se resolvió que la atención en las oficinas de la Terminal Nueva se extienda a los cinco días de la semana. Finalmente, el director aclaró que los pases provisorios que se están entregando en este momento no tendrán vencimiento, hasta tanto el beneficiario sea llamado para recibir el definitivo. “Queremos darles una solución lo antes posible. Sabemos que se trata de un sector muy vulnerable y no pueden quedar sin el beneficio”.

Llama la atención que a esta altura de los adelantos tecnológicos  se siga trabajando de esta manera manual y presencial. Hoy se puede obtener, por ejemplo, los certificados de vehículos y de seguros vía on line, y por caso, una persona con discapacidad que quisiera asistir al recital de Calamaro sólo tiene que hacer el trámite on line, presentando el certificado desde su teléfono y no concurriendo a hacer cola a una oficina determinada. Ya muchísimas actividades y trámites en esta sociedad se han digitalizado. No se entiende que el Estado obligue a personas con discapacidad a trasladarse hasta una oficina y que solo cuando ha estallado el caos decida ampliar los días de atención y disponer de más personal.

Se sabe que en la provincia hay entre un 11 y un 14% de la población con algún tipo de discapacidad, lo cual indica una cantidad considerable de gente, cuya atención en las oficinas estatales debiera ser no sólo prioritaria sino hecha precisamente en consideración a sus limitaciones, especialmente las de traslado. Correspondería que las oficinas dejen de lado la burocracia, resuelvan de inmediato la forma de entregar certificados sin tener que obligar a la gente a esas oprobiosas colas y esperas. También, que se capacite al personal a partir de ahora, para una atención eficiente y rápida al público, ya sea virtual o presencial.